Por Jaime Salazar P.
De mediana estatura, flaco, muchas pecas en la cara, pelo largo tal como usaba su “ídolo” Sandro a inicios de los años 70; sencillo, afable, hablar típico de un quiteño, así se muestra Ricardo Pluas, es el émulo perfecto del “gitano de América”, quien falleciera hace siete meses.
Ricardo imita con éxito a Roberto Sánchez, conocido en el mundo de la farándula como Sandro, es tal su pasión por la música del desaparecido argentino, que se hace llamar el “hijo de Sandro”, aunque el ídolo no tuvo descendencia. Su rington del teléfono deja escuchar una de las canciones del baladista gaucho.
A veces me parece que estoy entrevistando a Sandro, otras a Cacho Castaña, tiene un parecido de ambos, cosa que él concuerda conmigo. Se presenta permanentemente en la ciudad de Ibarra, por lo menos unas cuatro veces al año. Quienes asistieron a su presentación el pasado sábado “En el Pedregal”, admirados repetían “igualito a Sandro, ahí es”; el escenario estuvo a reventar. Ricardo se transforma y se vuelve en minutos Sandro, aunque no es él, pero parece que fuera él.
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¿Ricardo cuándo descubriste a Sandro?
Llevo ya doce años haciendo el show de Sandro, me incliné por la música de Elvis Presley desde muy niño, no conocía mucho de Sandro. Un amigo me indicó un Lp del artista argentino, donde había el tema “A esto le llamas amor”, que yo lo cantaba; me llamó la atención el parecido a Elvis, mi amigo me dijo te pareces a Sandro y cantas como él, desde allí empezó la aventura y gracias a Dios me va bien.
¿Primero eras Ricardo Xavier, luego Shalo, cómo es esto?
Un empresario colombiano con el que grabé el disco en tributo a Sandro, me dijo que hay que buscarme un nombre comercial, porque en principio yo era Ricardo Javier, hablamos de Renzo el Gitano, lanzó el nombre de Shalo y me pareció bien.
¿Qué piensas de Roberto Sánchez, de Sandro?
Un genio total, un maestro de la poesía, en la composición, en el canto.
¿Lo conociste?
Lo conocí en la Argentina en el 2005, me pareció espectacular, un hombre muy sencillo, carismático, estaba hospitalizado.
Fui invitado por Susana Giménez a su programa de televisión. Sandro me llamó por teléfono, y dijo estoy como Robocop, pedí permiso para verte, si me agarras medio dormido pensé que era yo; él le decía a Susana te agradezco que hayas llevado a este muchacho al programa y a ti Shalo que me sigas ofreciendo, sigas vendiendo mi imagen; el hombre era feliz, se emocionó mucho, me dijo tú eres el hijo espiritual de todo el cariño que está representado en Sudamérica.
¿Cuál es el legado que deja Sandro?
Son sus canciones, sus composiciones, su poesía, la forma como se dirigía a la mujer, en forma agresiva y pasional, muy romántica.
Lo que he hecho es tratar de transmitir su mensaje y sus canciones a las nuevas generaciones que la acepta muy bien. Mucha gente cree que los temas son míos, pero no es así, pertenecen a Sandro- Oscar Anderle.
¿La muerte de Sandro por el consumo de cigarrillo puede ser también un mensaje a los jóvenes?
Esa es una muestra de que el cigarrillo mata, él fumaba tres o cuatro cajetillas diarias, ahí está la muestra. Mi consejo es que no tomen ese vicio maldito porque a la larga les pasa factura, igual con la bebida, son dos vicios que no llevan a nada, en el medio de uno es muy difícil no caer en estas adicciones.
Estoy pasando por un problema no por el cigarrillo, sino por el alcohol, hay que tener mucho recelo con las bebidas alcohólicas y el cigarrillo, porque al final lo único que destruyes es tu salud. Podrás disfrutar del momento, en tu juventud, pero después de eso te pasa factura.
En el caso del alcohol puede dar una cirrosis irreversible o en el cigarrillo un enfisema pulmonar.
¿Cuál es tu futuro, qué planes tienes?
Hay invitaciones para Nueva York, estuve en Colombia hace dos meses, invitado por un empresario quien confía en mí trabajo. Después de que murió Sandro solo queda Shalo, hay como mil imitadores en argentina, pero como dice todo el mundo después de Sandro queda Shalo.
¿Tú te consideras el más cercano a Sandro.
Así es. el sucesor de Sandro, tal vez habrá gente que cante más parecido, pero físicamente pienso que me parezco más a él.
¿Pero Sandro tenía muchas mujeres, le sigues en eso también?
No, esa etapa como que ya pasó, todo cansa, todo tiene su tiempo, la aventura de Sandro ha sido linda dentro de mi vida, pero hay que darle la vuelta total, se hizo el tributo, la gente quiere saber qué más hago a parte de cantar los temas de Sandro, soy compositor y arreglista, si Dios permite, este año voy a sacar un nuevo disco con temas míos.
¿No piensas hacer algo de cine, telenovelas, como hizo tu ídolo?
No, yo no tengo la pinta de Sandro para eso, ja, jaj, ja, zapatero a tus zapatos.
¿Sandro era muy sensual, las mujeres le lanzaban las prendas íntimas, contigo qué hacen?
No tengo ese dominio escénico como tenía Sandro, lo que yo hago es un tributo y un homenaje, no soy el inventor, ni creador de esas canciones, yo soy una persona que interpreta y emula lo que hizo Roberto nada más.
Yo soy como Batman, de noche me pongo el disfraz, me transformo, brindo el espectáculo y regreso a Ricardo Pluas un ciudadano más del Ecuador, con sus falencias, deudas, problemas, con sus vivencias, familia, sus hijos, su vida diaria, que paga todos sus impuestos.
¿Cómo es Ricardo?
Una persona muy reservada, muy callada, no soy del tipo que le gusta ser público y estar dentro de los medios; simplemente me transformo en el personaje que represento y nada más.
¿Qué mira la gente cuando te ve actuar?
He visto a mucha gente llorar, porque lo recuerdan, ven en mi y retroceden la película, dicen te agradezco por traer una hora de magia a nuestras vidas, hay bendiciones y mucho cariño de la gente.
¿No puedes divorciarte del personaje?
Va a ser un poco duro, esperemos que de aquí en adelante la gente tome de buena manera mis temas, el estilo no va a cambiar.