- En el acto solemne el alto prelado dijo pocas palabras, todo ya lo habían dicho las autoridades presentes, quienes resaltaron su obra
IBARRA( JSP). El ex Obispo de Ibarra, Monseñor Antonio Arregui recibió muestras de reconocimiento y gratitud durante los tres actos de homenaje y despedida que se efectuaron en esta ciudad, en la celebración eucarística, el acto solemne efectuado en el Teatro Gran Colombia y en un almuerzo de confraternidad.
En estos eventos se hicieron presentes el Nuncio Apostólico, Alain Paul Lebaupin, el Cardenal Antonio Gonzáles, el Prefecto de Imbabura, el Gobernador, el Alcalde de Ibarra y los Alcaldes de los cantones, además de los miembros de la Junta Cívica de Ibarra, representantes de las instituciones públicas y de las comunidades religiosas.
En dos oportunidades se le cantó la canción “ Amigo” de Roberto Carlos e hizo humedecer los ojos del actual Arzobispo de Guayaquil y ex Obispo de Ibarra.
Condecoraciones y reconocimientos
El prelado de la iglesia, recibió sendos reconocimientos del Gobernador de Imbabura, Carlos Vélez, del Prefecto de Imbabura, la condecoración “ Gobierno Provincial de Imbabura”, del Municipio de Ibarra al “ Mérito Ciudadano”; además placas y acuerdos de la Cámara de Comercio, Fonsalci, Federación Deportiva de Imbabura, Comunidad Angelo Franco, Academia Militar San Diego, Misioneras Franciscanas de Santa Clara; Unidad Educativa Inmaculada Concepción, una vasija de las Misioneras de María Auxiliadora; de la Pastoral Migratoria de la Diócesis de Ibarra; la escuela Domenica Leonati, El Colegio San Luis de Otavalo, la Comunidad de Madres Oblatas, la Comunidad de Madres Marianitas, Congregación Hermanos de San Francisco de Sales, el Consejo Diocesano de Laicos, la Unidad Ejecutiva “ Sagrado Corazón”, el Club Kiwanis.
Palabras de gratitud
El Prefecto de Imbabura, Gustavo Pareja, dijo que la tarea de Monseñor Arregui fue más allá del cuidado de la grey, se preocupó de las necesidades insoslayables de los hombres y mujeres que nacen y crecen en esta tierra, que buscan, en el trabajo de sus manos, en las paredes sencillas de una vivienda modesta, pero propia, la manifestación generosa de Dios.
“ Estamos aquí para ratificar la amistad y cariño para el eterno servidor de Imbabura, no olvidaremos el estilo, la sabiduría, tenacidad y actitud de un conductor de multitudes; una provincia que le entregó su historia, una región que se ha beneficiado mucho y que reconoce por siempre su dedicación y su desvelo.
He tocado la obra del espíritu
Monseñor Arregui en el acto solemne, señaló que le da gracias a Dios porque ha tocado esa realidad de la obra del espíritu entre nosotros y la he visto como encarnada en tantas personas de los recorridos por los diversos parajes de la Diócesis.
“ Desde la mirada de la fe comprendemos el tesoro infinito que implica un acto de cariño, de fraternidad con el hermano y como solo esa chispa es capaz de seguir manteniendo una luz de esperanza”, puntualizó.
“ A mi me ha tocado soplar un poco sobre esa brasa que el espíritu pone en los corazones, es importante que la alegría y la paz del Señor llegue a cada corazón, en eso está su felicidad, seguirán bregando por la vida”, recalcó.
Dijo que al elevar la gratitud al Señor, le elevamos nuestra certidumbre de que seguirá estando con nosotros y de que seguirá buscando la respuesta libre, profunda, alegre, responsable de cada uno para que al hacer frente a los desafíos de la historia , lo hagamos con acierto.
Pidamos a la virgen María que proteja a Imbabura, a sus autoridades, al pueblo, a sus niños y ancianos, a todos los que necesitan de la atención de sus mayores, esperamos que con el nuevo Obispo venga a consolidar los valores y las calidades, certidumbres de este pueblo tan querido.