El lunes de esta semana, el país aún amanecía apenado e indignado por lo que sucedió en Ibarra, cuando una joven mujer fue asesinada frente a los ojos de policías y ciudadanos. Ese mismo sentimiento se vivía en la Asamblea, donde su presidenta, Elizabeth Cabezas, se reunió con un grupo de mujeres, quienes mostraron su preocupación, sobre todo, por la actuación de la justicia. “Que no era la adecuada”, dijeron. Hablaron de casos que están por cerrarse y que no han sido juzgados; de casos en donde, a pesar de las evidencias, se declara inocentes a los victimarios; de maltratos y torturas. Expresaron impotencia y rabia.
El tema se volvió parte de la Agenda de la Legislatura esta semana. La Presidenta anunció que pediría información a varias instituciones sobre la aplicación de la Ley que Previene la violencia contra la Mujer, vigente desde hace un año y que contempla mecanismos, no solo para hacerle frente a este mal, sino para prevenirlo, para para que nadie sea violentada.
También aclaró que las leyes son herramientas que ayudan, pero que por sí solas no solucionan los problemas. De ahí que demandaba el compromiso del Estado, el gobierno y la sociedad para cambiar estas historias, pues más del 80% de las agresiones se producen en el entorno familiar. Tenemos que preguntarnos qué estamos haciendo mal, expresó.
Por la misma línea se pronunció la ministra del Interior, María Paula Romo, quien acudió al Pleno para abordar el tema de la violencia. Hizo un llamado a la unidad y a la convivencia pacífica. Indicó que en el país hay más muertes por violencia social: femicidios, riñas, etc., que por violencia de crimen organizado. Aunque, también dijo que desde el gobierno corregirán todo lo que sea necesario y pidió apoyo a la Policía, que está facultada para defender a la ciudadanía, incluso con el uso de sus armas.
En tanto, el Pleno -en su conjunto- resolvía que instarán a las autoridades para que adopten medidas integrales, en contra de la violencia, y condenó lo sucedido con Diana y con todos los casos en los que se ataca a la mujer.