Fausto Giraldo
Había mencionado en los análisis previos que el balotaje iniciaba con la posibilidad que Daniel Noboa aglutine a más – menos el 53% de electores y que Luisa González llegue a más – menos del 48%, que el debate presidencial no había modificado de forma trascendente el tablero electoral y que se debía esperar a conocer las estrategias de campaña y los candidatos no tenían que cometer el más mínimo de errores.
Los resultados ratifican lo dicho y evidencian un producto, el proceso de promoción de los candidatos en la segunda vuelta, sobre todo en Daniel Noboa, reflejó la incidencia que tiene el marketing político mas que el posicionamiento de propuestas.
Indudablemente el uso de las redes sociales y medios electrónicos alternativos jugaron un rol fundamental, estuvieron orientados a una población nueva, cautiva, que se interesó de manera importante en las elecciones de segunda vuelta, es decir, la población objetivo era la juventud a la que se incluyen adolescentes menores de 18 y adultos entre los 30 y 45 años que son usuarios de estos medios.
La estrategia de campaña de la revolución ciudadana fracasó en su intento de posicionar a Luisa González como la candidata presidencial, en la primera vuelta el referente era Rafael Correa, en la segunda se quiso posicionar la idea de que la presidenta sería ella, aspecto que no convenció al electorado.
La revolución ciudadana tiene un imaginario dibujado en la sociedad ecuatoriana: contreras, violentos, confrontadores e incluso cierta presunta cercanía con grupos delincuenciales. El cambio de la estrategia para suavizar el carácter confrontativo, tampoco dio resultados favorables. Los electores prefirieron la mesura.
La revolución ciudadana aún mantiene conductas que fueron visibilizadas por los votantes: arrogancia, prepotencia, soberbia y menosprecio, al que se adiciona su negativo comportamiento en las redes sociales buscando desprestigiar al candidato de ADN. Esto seguramente incidió en la decisión del voto.
En esta medida Daniel Noboa aplicó estrategias puntuales que, a mi juicio, incidieron en el electorado:
– Minimizar su participación en el debate de segunda vuelta, intervenir para adecuar al interés de que el mismo no sea replicado en un post debate.
– Terminado el debate el comando de campaña de Noboa inicio un proceso agresivo de marketing político electoral de redes sociales difundiendo pastillas publicitarias que resaltaban algunas de las propuestas del candidato y ciertos cuestionamientos que quiso posicionar en relación a la revolución ciudadana: refinería del pacifico imaginaria, tablas o umbrales de consumo, entre otros.
– Aprovechar la acción de sus adherentes al difundir su imagen mediante un “muñeco de cartón” que fue multiplicado en todos los medios de diversas formas, entre serias y cómicas, campaña gratuita que cautivó principalmente al segmento de la juventud y mujeres.
Dos aspectos relevantes para el presente y futuro análisis constituyen tres aspectos:
1. El voto nulo fue una tercera opción impulsada por sectores, principalmente radicales, que sin tener una estrategia política a futuro convocaron a rechazar a los dos candidatos. El voto nulo en la primera vuelta, sin el llamado de los movimientos, obtuvo el 6.77%, mientras que en segunda vuelta un poco más de 7.50%, implica que la capacidad de convocatoria de estos sectores es de menos al 1%.
2. Es necesario revisar la acción de la organización indígena, CONAIE, que en principio se había sumado al nulo y que, a ultima , motivó aparente mente una neutralidad frente a los candidatos pero con un visible respaldo al correísmo. Sin embargo, en esta segunda vuelta, sobre todo en los territorios de su incidencia se observa un comportamiento del electorado a favor de Daniel Noboa: Cotopaxi +61%, Chimborazo +65%, Imbabura +50%, Pastaza +75%, Zamora +73%, Orellana +48%, Tungurahua +74%.
3. En un análisis comparativo de la elección entre la primera y segunda vuelta se observa una reducción importante en relación con el ausentismo, es decir acude un mayor numero de personas a sufragar.
El entorno o contexto abona a estos resultados:
– La violencia desatada en el país, el crimen de Fernando Villavicencio y, en la segunda vuelta, el asesinato a los supuestos victimarios del candidato en mención, el acelerado ascenso del sicariato, extorsión. De alguna manera la opinión publica orienta su mirada y acusa con responsabilidad a un movimiento que ya gobernó el país.
– La crisis institucional que en este periodo desencadeno en la destitución de un férreo adherente correista del Consejo de Participación Ciudadana, Alemberth Vera, quien tuvo una actuación reñida con los procesos que requería el Ecuador y que fueron vinculados al movimiento político de Luisa González.
– La necesidad de un cambio, búsqueda de algo nuevo para el futuro, de dejar el pasado atrás.
El nuevo presidente debe sintonizarse con este sentimiento poblacional. El periodo de gobierno es corto, no podrá ejecutar tantos planteamientos realizados, debe concretar su gestión en torno a los problemas fundamentales que motivan esta elección:
Combatir la inseguridad desde los estructural como la pobreza, atendiendo la educación y salud; impulsando leyes que mejore el manejo carcelario, endurecimiento de penas, sanción a los jueces que liberan criminales, fortaleciendo la acción de la policía y fuerzas armadas, entre otros.
El ámbito de la seguridad también corresponde de forma objetiva enfrentar efectiva, eficaz y oportunamente los efectos del fenómeno del niño, principalmente en lo social, productivo y vial en donde existen las previsiones que ocasione afectaciones.
Modificar el modelo de gestión de la seguridad social sin que ello signifique mermar sus recursos y afectar a los afiliados.
Inversión publica para fortalecer la economía desde la pequeña y mediana producción, artesanos, agricultores; y, generar la inversión privada en líneas productivas de gran magnitud y para la exportación siempre que cumplan con normas y leyes de respeto al pago de tributos y las relaciones laborales. Se debe respetar los sectores estratégicos en manos del Estado y anclados a la productividad.
Fortalecer la reinstitucionalización, el respeto a la autonomía de los poderes, promover acuerdos de legislación con la asamblea nacional con transparencia, sin que prime el reparto y sea en función de país.
Dos ejes transversales importantes que debe aplicar es la transparencia en la gestión publica y una verdadera participación ciudadana en la toma de decisiones.
En este contexto el equipo de trabajo del nuevo presidente, desde el máximo hasta el mas pequeño, debe ser el idóneo, con probidad notoria y capacidad a fin de que cumplan con mística y honestidad sus funciones.