Este lunes, 4 de enero de 2021, las actividades se retomaron en la Prefectura de Imbabura. El personal administrativo se incorporó al teletrabajo hasta el 8 de enero y los obreros salieron a cumplir tareas en el campo. Desde tempranas horas, el titular del organismo, Pablo Jurado, convocó a una reunión al cuerpo directivo. La finalidad fue impartir las directrices que guiarán las labores en el presente año. “Las condiciones económicas del país son duras y entre los afectados están los organismos autónomos descentralizados que deben soportar una reducción extrema en sus recursos”, dijo en esta ocasión el Prefecto.
Señaló que el año es duro para las finanzas públicas, ante lo cual es necesario acelerar las iniciativas tendientes a fortalecer la capacidad de atender las necesidades de la población, teniendo como respaldo fondos económicos. Esto significa ser más efectivos en la gestión de proyectos a fin de captar apoyo de diversas entidades de cooperación nacional e internacional. Un punto a favor en este sentido es la denominación de Geoparque Mundial que tiene Imbabura, desde abril de 2019, lo cual le hace ver en el contexto del mundo como un sitio interesante y atractivo para la inversión.
En el 2020, pese a las dificultades enfrentadas por la pandemia del coronavirus, la institución cerró el año con un balance positivo en cuanto a la inversión planificada, habiendo sido necesario reprogramar la ejecución de algunos proyectos estratégicos, debido al recorte de su presupuesto por parte del Gobierno Nacional. Para superar la crisis se estrechó alianzas con los gobiernos parroquiales y municipales con lo cual se pudo concretar varias obras, especialmente en el área de la vialidad.
Entre los hechos positivos figura el cumplimiento de más del 70 por ciento de los indicadores que exige la UNESCO para seguir considerando al territorio imbabureño como Geoparque Mundial. Está también el haber materializado la ayuda económica del Fondo Ítalo Ecuatoriano para el Desarrollo Sostenible, FIEDS, en beneficio de los agricultores de Imbabura y Carchi, que trabajan en la producción de frutales. El aporte de este organismo es de alrededor de 1.000.000 de dólares, más una contraparte de 322.221.