Pedro Raúl Echeverría es un escritor que busca a través de sus novelas y sus poemas traducir el dolor del pueblo, expresar la profunda realidad en que se debate nuestra gente.
En su relato se puede notar el interés que tiene Echeverría en denunciar la cruel realidad de nuestro sistema de vida tanto en Imbabura como en América Latina.
Pedro Raúl ha visto en la novela como el medio más eficaz para desnudar la injusticia social que a diario se experimenta, sus trabajos son reales, con un lenguaje casi directo va narrando la
Ha escrito algunas novelas como: “Muerto antes de nacer”, “Las cadenas del infierno” y recientemente “Por ella doblaron las campanas”. En estas obras literarias hay algunos personajes que se asemejan a los de la vida real. Conversamos con el escritor en su sitio de trabajo.
¿Es un título muy sugerente su última obra “Por ella doblaron las campanas”?
Siento una enorme satisfacción, una vez más entrego una obra literaria que es la expresión de nuestro pueblo, una alegría personal, cuando por fin puedo llegar a los diferentes estratos sociales para que conozcan cómo vive nuestra sociedad.
¿Cuál es el contenido de esta obra?
Se topa la historia y vida de un estudiante, el fracaso de los educadores al no convertirse en seres humanos, los ideales de superación de la mujer frente a los contratiempos de la vida, las acciones de los seres humanos como epílogo de un desenlace fatal; el SIDA frente al mundo desquiciado de la locura, una joven pareja en la vida universitaria, esta obra es una historia de la vida real hecha novela.
¿Cuántas novelas ha escrito?
Esta es la tercera novela, son siete libros los que he escrito y estoy preparando otro que es el camino del fango, una novela que es el recogimiento de todo el acontecer de nuestro pueblo, la forma como vive, cómo se dan las diversas circunstancias, frente al hambre, el dolor, a la miseria y frente al poder económico que muchas veces disloca las grandes aspiraciones de la juventud que quiere proyectarse a grandes triunfos, pero que se topa con los grandes fracasos.
¿Es un reflejo de la realidad imbabureña?
Pienso que no solamente es de nuestra provincia, sino del país en general, de América Latina.
¿Cuáles son esos problemas a los que usted hace mención?
La droga, el SIDA que está de moda. Me da pena decirlo, pero en nuestra provincia hay muchos temas que tocar acera del SIDA, desgraciadamente la respuesta viven en silencio y ojala las autoridades den oportunidad de que la gente cambie, se traduzca en una mentalidad de pensamiento, de gloria, de triunfos, de ver que ellos son los únicos que tienen la posibilidad de cambiar la historia de nuestro país, pero siempre tomando en cuenta que las actitudes negativas que lo llevan, no es sino el síntoma viviente de la realidad de nuestro pueblo.
¿A qué tiempo escribe, si usted trabaja en el torno?
Como usted ve, al lado de mis máquinas está mi biblioteca, mis libros que son mis confidentes y mis maestros; creo que el mejor amigo del hombre es el libro, el libro es el maestro que siempre está ahí sin horario para dar cualquier respuesta a una persona; el libro es la persona que nunca sabe de envidias, ni rencores y es el personaje que siempre está dispuesto a enseñar.
¿Justamente sale este libro cuando usted es declarado persona no grata por el concejo municipal de Cotacachi?
Haberme declarado persona no grata por el único detalle de haber defendido los intereses de mi cantón, del pueblo que me vio nacer, para mí en lugar de ser algo negativo, es una medalla que me han colocado en el pecho.
Obra que relata el caso Silva
Pedro Raúl Echeverría escribió “Sangre, millones, misterio”
En el año 1996, Pedro Raúl Echeverría escribió un pequeño libro, de pasta roja, titulado “Sangre, millones, misterio”, se vendió bastante, el éxito fue arrollador; se trataba de un reportaje investigativo sobre el caso de Homero Silva, cuya muerte producida en marzo de 1995, dejó en la miseria a cientos de personas de Ibarra y del norte del país.
Diez años después en el 2005, se produce el caso del Notario Cabrera en Machala, un hecho similar al de Silva. Sobre esa historia conversé con Pedro Raúl, exactamente hace cuatro años, ese diálogo nunca se publicó en la prensa, ahora que el amigo escritor ha partido, vale la pena difundirla, como un homenaje a su don de gentes y capacidad para escribir no solo novelas, sino realidades como la del “caso Silva”.
¿Qué le llevó a escribir el libro “Sangre, millones, misterio”?
Hice un seguimiento al caso y comprendí que en la ciudad de Ibarra cualquier momento se iba a producir un desastre económico, no sé si por la demasiada ambición de muchos seres humanos; desgraciadamente, dicen que lo mal habido el diablo se lleva.
El 27 de marzo de 1995 fue la hecatombe económica en la ciudad de Ibarra, en Imbabura. Más de 20 mil millones de sucres se esfumaron por obra y gracia de que miles de personas entregaron sus capitales en manos de un ciudadano que se mató.
¿Cómo operaba el señor Homero Silva?
De acuerdo a las investigaciones que hice para editar el libro, 48 horas antes de que Homero Silva se suicidara, fue una señora de Cayambe a entregarle la modesta cantidad de 300 millones de sucres y el señor Silva se negó a recibirle; sin embargo, la señora insistió y desde el mismo montón Don Homero le dio los 30 millones de sucres de interés, total al paso de dos días ella perdió 270 millones de sucres.
¿Se podría hablar de 10.000 personas que dejaban dinero donde Silva?
Realmente es difícil saberlo, porque muchas personas pasaron por el anonimato, pero la verdad es que: autoridades, militares, policías, sacerdotes, monjes, fueron a dejar voluminosas cantidades de dinero donde el agiotista Homero Silva.
¿Por qué llegó a fracasar la actividad del agiotista si le iba bien durante años?
En 1995 cundió el pánico en el sentido de que el gobierno, ante los problemas de la guerra con el Perú, iba a tomar los grandes capitales de los bancos, entonces la gente se desesperó, porque como Don Silva tenía entregado una gran cantidad de cheques a miles de personas, todos concurrieron a los bancos y comenzaron a rebotar decenas de cheques millonarios, que salían protestados por cuentas cerradas.
¿El señor Silva se suicidó?
En ese tiempo los médicos falsearon la verdad, porque dijeron que Homero Silva falleció a causa de una hepatomegamia por ser un adicto al whisky, eso no es cierto; realmente él quiso morirse, se disparó, eso se probó hasta la saciedad.
Hubo versiones de que no había muerto, que fugó, que vive hasta ahora
Muchos decían que en el féretro estaba otra persona, otros decían que el ataúd estaba con piedras; no, la única verdad es que Silva se vio invadido por una presión sicológica por cuanto el ciudadano no sabía de dónde devolver millonadas de sucres.
Homero Silva, si bien tuvo una capacidad extraordinaria de llevar un movimiento bancario, digno de felicitación, porque ninguno de los bancos de Ibarra manejó un capital como lo hizo él.
A ninguno le quedó mal, había cualquier cantidad de gente que le iban a golpear la puerta y le entregaban 100, 200 o 300 millones de sucres, por ello recibían cheques y letras de cambio que ni siquiera eran válidas.
¿Pero también hubo personas que se beneficiaron?
Sí algunos muy vivos, porque parece que algunas instituciones bancarias les resultó de perla la muerte de Homero Silva. Pero la verdad es que miles de personas quedaron perjudicadas, muchos murieron, otros enloquecieron y decenas se quedaron en la pobreza más triste y célebre de la historia.
¿Haciendo una relación en dólares, si antes alguien vendía una casa para dejar donde Silva, pongamos que costaba 50.000 dólares, cuánto recibía el depositante?
El diez por ciento de interés, es decir 5 mil dólares cada mes, formidable, entonces tenía para sacarse tres carros del año y a cada uno irle pagando cuotas de 600 dólares.
En el año 1994, 1995 el plan automotor en Ibarra era fabuloso, el que menos andaba con carro del año.
Doctor Otto Torres: “Nunca salí corriendo de la Gobernación”. Febrero 2010
Otto Torres, tiene 66 años de edad, ibarreño, ha sido dos veces concejal de Ibarra, una por la Democracia Popular y otra por el PRE; gobernador de Imbabura en la presidencia de Oswaldo Hurtado, fue en esa gestión que se le acusó de ciertas irregularidades en el tema de pasaportes, tema del cual salió bien […]