Por: David Rosero
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Palancocracia es un término utilizado para referirse a las ¨palancas¨ o ayudas de personajes con poder para que una persona ocupe un cargo público sin méritos ni conocimientos. Eso es lo que ha pasado durante estos años de gobierno decadente. El correato metió la mano en los famosos concursos de ¨méritos y oposición¨ para imponer a sumisos, cínicos y empleados del correato en las Funciones del Estado. Esto ya lo alertaron periodistas y la sociedad civil, también lo denunciamos documentadamente junto a la ex Consejera de Participación Ciudadana Andrea Rivera durante cinco años (desde el 2010), igualmente está plasmado en uno de los ensayos del libro: ¨La Quiebra del Estado Constitucional¨. El Fiscal, CNE, TCE, Defensor del Pueblo, Superintendente de Bancos, Compañías, de Información y Comunicación, Judicatura, Corte Constitucional, entre otros, fueron impuestos desde Carondelet, con la obediencia de una mayoría correísta al interior del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Ya en funciones estas ¨autoridades¨ (las cuales han sido duramente cuestionadas por la opinión pública), designaron al interior de cada una de sus instituciones y en provincias a muchas personas vinculadas con el gobierno mediante amagues de concursos de ¨méritos¨ o a dedo, consolidando así una estructura estatal sin independencia de funciones, sin transparencia y al servicio del autoritarismo. Esto ha significado el incremento injustificado del gasto público, despilfarro y un incremento de la corrupción.
En ese contexto el escándalo de la ex jueza Collantes nombrada durante este gobierno no es la excepción sino la regla de miles de burócratas, jueces, miembros de las juntas electorales, etc. cuyo único ¨mérito¨ ha sido estar vinculados a AP o ser ¨alfombra¨ de autoridades deslegitimadas.
El correato es un monstruo malherido de seis cabezas, en Febrero de 2017, perderán dos cabezas: Función Ejecutiva y Legislativa, pero aún tendrán cuatro más: Función Judicial (Corte Nacional de Justicia, Judicatura y Fiscalía), Función Electoral (CNE y TCE), Función de Transparencia y Control Social (Superintendencias, Defensoría del Pueblo, Contraloría y Consejo de Participación Ciudadana) y la Corte Constitucional. Por ello es urgente que los candidatos presidenciales no solo propongan una reforma jurídica y política para sacar a los correístas de las Funciones del Estado, sino también plantear una propuesta democrática para reemplazarlos. He señalado para el debate nacional que estas autoridades de control, jueces, etc. sean elegidos por votación popular. Antes las autoridades de control se elegían vía Congreso Nacional y hoy mediante la palancocracia. Es urgente un cambio profundo y participativo.
Ensayo: ¨La participación ciudadana y el poder¨, del libro: ¨La Quiebra del Estado Constitucional¨ (2013). Link: http://www.ecuadorlibrered.tk/politica/4185-2013-11-08-18-10-55