Por Fausto Giraldo
Indudablemente, con la ultima cadena presidencial confirmé que el régimen no tiene la más mínima intención de manejar las cosas con transparencia y de manera objetiva frente a la realidad que atraviesa el país.
El Ecuador atraviesa una crisis de varias dimensiones: social, económica, energética, inseguridad, ambiental y al presidente solo le interesa la campaña electoral.
“Hacer una cadena de medios para informar sobre cultivos de drogas y la minería ilegal, pretendiendo recuperar de la memoria social “la supuesta lucha contra la delincuencia organizada” que es el tema que le ha dado puntos de popularidad, tratando de ocultar la crisis energética que, en cambio, es lo que le ha restado credibilidad, es pretender utilizar el sentimiento poblacional a su antojo”.
Cuatro ministros de energía en menos de un año, millones de dolares en pérdidas económicas para los sectores productivos por apagones e inseguridad, aumento del desempleo y despido de trabajadores, los grupos criminales siguen haciendo de las suyas y no existe plan fénix, aprobación de leyes que benefician a grupos económicos particulares y más aún relacionados con los gobernantes, miles de ecuatorianos migrando al exterior en búsqueda de oportunidades, miles de jóvenes sin acceso a la educación superior, farmacias sin fármacos, carreteras que se destruyen y el régimen en silencio para no levantar el avispero que asuste a los electores.
El uso de las cortinas para tapar está realidad es una constante, se orquesta a través de pautas indebidas en medios de comunicación convencional y electrónicos, no digo que sea incorrecto pautar la información y comunicación del Estado, el problema es que se paga para ocultarlas, para desviar la atención ciudadana, para poner en el tablero temas triviales y confrontaciones politiqueras en pos de alcanzar nuevamente la presidencia de la república.
Ni los que nos gobernaron ni el que gobierna tienen la calidad ETICA y moral para decirnos que hicieron o están haciendo bien las cosas; la prepotencia, corrupción, incapacidad, improvisación y manipulación siempre ha sido un factor presente en las largas noches neoliberales y revolucionarias, las cortinas no son solo ahora sino de siempre.