Los medios de pago digitales continúan su expansión y lo hacen consolidando nuevas fórmulas de pago en un entorno de crecimiento que se mantiene desde su despegue en 2020 y, dentro del cual, la percepción por la sostenibilidad aumenta. Aunque la mayoría de los usuarios aún no identifican con claridad las implicaciones que tiene la elección de uno u otro medio de pago, más del 60% de la población bancarizada (el 61,8%) ya asocia el dinero en efectivo como la alternativa con mayor impacto medioambiental, muy por encima del resto de opciones electrónicas.

 

El contexto de los pagos digitales y su perspectiva social y ambiental es una de las tendencias que analiza en profundidad el XIII Informe de Minsait Payments sobre Tendencias en Medios de Pago, que la compañía de tecnología de pagos presenta todos los años y que constituye un punto de referencia para la industria de los pagos. Elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), el informe recoge las opiniones de más de 4.800 personas internautas bancarizadas de España, Italia, Portugal, Reino Unido y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana).

 

El efectivo continúa perdiendo presencia

 

En esta edición, el informe muestra cómo se generaliza el uso de los pagos digitales en Latinoamérica, especialmente entre la población adulta bancarizada internauta siendo una mayoría en Colombia, México, Perú, Argentina y Ecuador donde el (49%) declara ser usuaria de medios de pago digitales desde hace tres años o menos.

 

A diferencia de países como España, Brasil o Chile donde el uso de dinero en efectivo para pagos en puntos de venta presenciales es superado por el pago con tarjeta, en Ecuador el efectivo sigue siendo el principal instrumento de pago, utilizado por el 81% de la población. Le sigue la tarjeta física (65%), tanto en su modalidad de débito (55%) como de crédito (39%), en parte porque la población se encuentra relativamente bien equipada de tarjetas de pago.

 

La estabilidad de la tarjeta de débito contrasta con el importante crecimiento registrado de las tarjetas prepago, especialmente notable en países donde su tenencia se ha duplicado en los últimos dos años. En el caso concreto de Ecuador, el 26% de los ecuatorianos dispone de una tarjeta prepago frente al 18% de 2021.

 

Por otra parte, La penetración de la tarjeta virtual se concentra en algunos países de Latinoamérica como Brasil, Chile, México, y República Dominicana, donde más del 40% de la población declara disponer de al menos una tarjeta en formato virtual. Además, la tarjeta virtual deja de ser un territorio exclusivo de la modalidad de prepago para extenderse a las tarjetas de crédito y, sobre todo, de débito: el 28% y el 41%, respectivamente, de los ecuatorianos ya dispone al menos una tarjeta virtual de estas modalidades,

 

Además, el informe reafirma la posición privilegiada de los bancos, la cual se mantiene inalterada respecto al año anterior, donde en Ecuador, el 92% de la población los considera como su principal entidad de servicios financieros.

 

En este sentido, y con el fin de dar respuesta a las demandas de unos usuarios cada vez más digitales, desde Minsait Payments también constatan en su reporte la necesaria digitalización de los pagos en el punto de venta, sea cual sea este, como un clarísimo vector de crecimiento en el que concurren numerosas propuestas innovadoras sustentadas en la tecnología y en el tratamiento avanzado de los datos. El dinero en efectivo se mantiene en las pequeñas compras cotidianas, pero refleja un retroceso a favor de las opciones electrónicas.

 

 

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