El doctor Marcelo Merlo Jaramillo, nació en Ibarra, en donde estudió hasta el tercergrado, luego se trasladó a Quito.
Ha desempeñado importantes funciones, entre ellas la de Contralor General del Estado en el período presidencial de León Febres Cordero
Marcelo Merlo consideró que Ibarra es una de las ciudades que demográficamente más ha crecido en el país, proceso que viene desde hace algunas décadas.
Dijo que la ciudad de Ibarra es el principal polo de atracción para los migrantes de los otros cantones y de las parroquias rurales.
Estimó que la ciudad ha crecido bastante, se ha desarrollado, existe más dinamia, un comercio boyante; añadió que al producirse este desarrollo violento, tiene que afrontar los naturales problemas de este proceso.
Por ejemplo- prosiguió- van quedando estrechos ciertos escenarios, como es el mercado Amazonas que encontrándose en una zona muy céntrica de la ciudad, este momento está estrangulando el crecimiento urbano de la zona, creando un aspecto poco presentable a una ciudad que se caracterizó y debería tener una expansión urbana más ordenada.
“Siempre me he preciado en todos los foros y las actividades públicas que he actuado, de mi origen de ibarreño y más que eso guardo para esta ciudad los más inolvidables recuerdos; hice los primeros tres años de primaria en Ibarra.
Compartí mis primeros conocimientos con distinguidos ibarreños y desde luego, la formación que uno recibe de la sociedad a la que se pertenece, la influencia del medio ambiente, incluso el paisaje van grabando en la mente una serie de valores y principios que a lo largo de la vida, los lleva consigo.
¿Debe reformarse la forma de nombrar al Contralor del Estado?
He planteado esa posición hace algunos años, el cargo de Contralor tiene que estar lo más alejado del devenir político; el Contralor tiene que ser un ciudadano que esté por encima del bien y del mal y por consiguiente, no esté sujeto a circunstancias políticas.
No he estado jamás afiliado a ningún partido político, ni he pisado ninguna tienda política, ni siquiera de paso, porque he querido mantener total independencia en el ejercicio de mis funciones.
¿Cuál considera la principal virtud del gobierno?
Todos los gobiernos por más malos que sean tienen alguna virtud; en el actual de alguna manera se ha mantenido la libertad de expresión, la libertad de prensa, con las flaquezas que se han dado en el caso de radio Sucre, pero en lo general habido tolerancia.
¿Qué defectos se deben corregir?
La conducción económica deja mucho que desear, pienso que al inicio de la gestión económica de este gobierno estuvo condicionada por situaciones políticas desagradables, porque en el afán de expresar que hay una situación difícil se tomaron arbitrios que a la postre resultaron un boomerang.
La devaluación que se hizo a comienzos del régimen fue demasiado profunda; hoy nos encontramos que los exportadores están reclamando una mayor devaluación, porque hay un desajuste entre la inflación y el tipo de cambio.
¿No han funcionado las medidas gradualistas?
De ninguna manera, el gradualismo hubiera funcionado en tanto y en cuanto se hubiera aplicado una tenaz reacción frente a los parámetros que maneja el Estado en su interior, es decir el manejo del gasto público debió estar ajustado, incluso a este gradualismo, pero no ocurrió aquello.
Si uno critica a un gobierno tiene que ser consecuente con esa crítica, el doctor Rodrigo Borja criticó mucho al ingeniero Febres Cordero, en cuanto se había extralimitado en el uso de recursos del Banco Central, del gasto público, debió ser consecuente con esa política, reducir el gasto público, pero no lo hizo.
¿Usted cree en el neoliberalismo?
Yo no creo en ninguna corriente que tenga una definición conceptual inelástica, por principio pienso que lo único que funciona en cualquier sistema económico es la ideal combinación entre el respeto a la ley, siempre y cuando esta traduzca la situación económica en que se vive y fundamentalmente que los ciudadanos de cualquier condición puedan desarrollar sus actividades sin cortapisas mayores.
Pienso que debe haber un control del Estado cada vez más firme y más fuerte y para que ese control se de, hay que ejercer este en los sectores fundamentales, como el de seguridad que está en un caos, en servicio de justicia, servicio de salud y educación.
¿Cómo ha visto los acontecimientos en torno a la Policía Nacional a raíz del caso Restrepo?
Es muy preocupante, el Estado debe concentrarse pagando bien y manteniendo el más alto nivel moral y económico en instituciones fundamentales, como la justicia, la seguridad. El momento que usted desconfía del policía es grave, creo que hay que hacer un esfuerzo mancomunado de los ecuatorianos para reestablecer la confianza en la policía, hay que hacer concesiones mutuas.
¿Ud será candidato en 1992?
No, desde hace algunos años vengo repitiendo que no puedo ser candidato porque lamentablemente en el escenario político que prevalece en el actual sistema de partidos, no tengo cabida, ojala las cosas cambien.
¿Pero si le ha propuesto?
Bueno he tenido propuestas desde hace 15 años de varios partidos, pero a todos les he dado la misma respuesta; creo que igual puedo servir a los demás desde otras funciones.