• Lo de los espacios verdes es un tema ya saldado, explicado; yo no tuve absolutamente nada que ver en ese caso.
  • En ese entonces, el pero mayor que me veían era que no había nacido bajo el ceibo del parque Pedro Moncayo

Luis Andrade Galindo, doctor en jurisprudencia, fue Alcalde de la ciudad de Ibarra entre 1978 y 1984; es un hombre multifacético, ya no conserva el bigote y la chiva de los años 70. Nació en Cotacachi, pero se siente más ibarreño que nadie.

Han pasado 31 años desde que asumió el poder local, tenía en ese entonces 35 años y hoy rememora esa época.

  1. ¿Qué significó ser alcalde después de una dictadura de diez años?
  2. Una situación especial, en ese entonces me desempeñaba como profesor del colegio Teodoro Gómez de la Torre, primero fui nombrado concejal de Ibarra por pedido del general Rodríguez Lara, fui Presidente de la Comisión de Cultura y no me imaginé que estaba destinado para ser alcalde en 1978.

En ese tiempo tuve gran apoyo de la ciudadanía, la votación del alcalde fue superior a la del Prefecto de la provincia, bastante alta en relación a mis contendores. Fue un voto de la juventud, un voto de la esperanza, ingresé con un amplio margen, tenía 35 años y salí de cuarenta años, es decir que le entregué la mejor etapa de mi vida al servicio de la ciudad.

  1. Esas elecciones fueron difíciles, complicadas, eran otros tiempos.
  2. Cada época tiene sus propias características, en ese entonces el pero mayor que me veían era que no había nacido bajo el ceibo del parque Pedro Moncayo; me veían también como un obstáculo por el hecho de que mi padre era maestro, dando a entender que como requisito para ser alcalde de Ibarra había que pertenecer a las familias dominantes y terratenientes de la ciudad de Ibarra. Procedo de un extracto medio culto de la comunidad
  3. ¿Cómo se siente pasado los 65 años?
  4. En plenitud de facultades síquicas, espirituales y materiales, en el cenit de la vida.
  5. ¿En dónde quedó el bigote y la chiva?
  6. Quedó en el recuerdo cuando se blanquearon por efecto de la herencia y del tiempo y había que exteriorizarse como uno es.
  7. ¿En verdad usted hipnotizaba?
  8. Es la verdad, a mí siempre me han gustado las ciencias esotéricas, he estudiado muchísimo y me di cuenta que podía hipnotizar y así lo hice y con mucho éxito.
  9. ¿Hipnotizó a los electores para ganar la alcaldía?
  10. Posiblemente, esta facultad espiritual es utilizada por la madre para procurar el sueño de su hijo, es utilizada por el maestro para guardar la atención de sus alumnos; por los sacerdotes en sus prédicas en su púlpito y por los políticos para controlar las masas y saber transmitir sus ideas.
  11. Hipnotizador, profesor, abogado, ¿qué más ha sido usted?
  12. En la vida he sido de todo y eso me satisface, me ha gustado con pasión la música, colecciono una cantidad grande de discos; me gusta mucho la música; en mi juventud pinté cuadros que algunos familiares conservan.
  13. ¿La vida le ha golpeado mucho?
  14. Indudablemente como todo mortal la vida me ha golpeado, también me ha premiado, porque ese vaivén es lo que significa existir. Tuve un gravísimo accidente de tránsito siendo Alcalde de la ciudad cuando concurríamos a una minga en el Valle del Chota para dotar de agua potable, en donde nos derrumbamos a un precipicio de 300 metros y por milagro me salvé; tuve 22 fracturas, casi medio año sin poder moverme al hospital, regresé a la alcaldía en silla de ruedas; afronté circunstancias adversas que en ese momento se presentaron, como no tenían de qué acusarme, tuvieron que buscar aquella figura simpática de los espacios verdes para increparme responsabilidad que nunca la tuve.
  15. ¿Qué pasó con los espacios verdes?
  16. Es un tema ya saldado, explicado, yo no tuve absolutamente nada que ver en ese caso, fue un movimiento político a la criolla, en donde personas que tenían deseo de figurar políticamente, tuvieron que buscar un pretexto. Tuve un concejo de servidores a la ciudad; en cambio, los alcaldes que fueron nombrados por la dictadura tenían la gran facilidad de hacer muchas cosas y no lo hicieron cuando no había tantas trabas administrativas.

En las etapas dictatoriales los alcaldes nombrados a dedo que no representan la voluntad popular tenían la facilidad de obtener esos dineros directamente del Estado, solo abriendo la boca y recibiendo los cheques en las fiestas de Ibarra; sin embargo no se vio crecimiento de la ciudad.

  1. ¿Cuénteme sobre el episodio de la placa de la infamia?
  2. Son cuestiones políticas. En mi época levantamos el monumento a Pedro Moncayo con unos pequeños recursos existentes, cuando estaba en el hospital, el Concejo Municipal había resuelto colocar cuatro placas, una de ellas con los nombres de quienes integramos el Concejo, eso despertó una animadversión política y comenzaron a llamarle la placa de la infamia, la misma que fue retirada.

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También expresó

  • En mi alcaldía jamás soñé tener guardaespaldas, jamás soñé tener equipo de periodistas que cuiden la imagen del primer personero, solo había información a través de radio municipal con Ricardo Ruiz.
  • Hice la pavimentación de todas las avenidas de Ibarra; la construcción del monumento a Pedro Moncayo, la plaza de la ibarreñidad; el adoquinado de la avenida Atahualpa.
  • El lugar donde uno nace es un accidente, para mí es honroso haber nacido en Cotacachi. Soy más ibarreño que cualquier otra persona que diga lo contrario.
  • Después de la muerte hay la vida eterna, creo en la eternidad del alma, en el retorno hacia Dios.
  • La vida vale la pena vivirla como yo la he vivido con altos y bajos, inclusive en el aspecto personal. Tuve problemas muy difíciles a nivel familiar que me obligaron a tomar decisiones muy difíciles, pero las he convalidado en la propia tierra.
  • Cuando yo estuve en Quito, a mi padre le escribí una carta en las navidades, me devolvió la carta corrigiéndome las faltas de ortografía y me regaló el diccionario de la Real Academia de la Lengua, gracias a mi padre aprendí a ser responsable con la escritura y la expresión oral.
  • El amor existe sobre todas las cosas. El amor de Dios es la mayor demostración de la esencia del amor.
  • La fidelidad en la pareja debe existir. El matrimonio monogámico es la esencia de la vida.

 

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