Por, MARCO TAFUR S.
“Al igual que en la literatura, en la economía se entrelazan la realidad y la ficción, y al final se impone esta última.” (IIE-UC) Si la economía real es la que aparece en las cifras que entrega el Banco Central del Ecuador, ésta exhibe un período de crecimiento económico: el país cerró el 2022 con un crecimiento económico de 2,7% y para 2023 este rubro llegará al 3,1%, según las proyecciones del Banco Central del Ecuador (BCE). Lo que refleja una recuperación de las actividades productivas.
El Producto Interno Bruto (Pib) se estima en 116.0 mil millones de dólares corrientes. Crecimiento que responde al incremento del Consumo de los Hogares en 3,8%, del Gasto del Gobierno en 2,0%, de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) en 1,0% y de las Exportaciones en 0,1%; las Importaciones decrecieron en 0,4%. Es dercir, el consumo y la inversión son los motores del crecimiento. El comportamiento Consumo de los Hogares alcanza un récord histórico de USD 11.807 millones en términos reales. Este incremento respondió al aumento de los créditos de consumo y los flujos de remesas (migrantes).
Por su parte, el crecimiento de la FBKF(inversión) se vio impulsado por el incremento en la adquisición de maquinaria y equipo de transporte, mientras que el aumento en el Gasto del Gobierno respondió al crecimiento de las remuneraciones (personal policial), compra de bienes y servicios en sectores de salud y educación. La inversión pública y privada cierra en USD 15.000 millones.
Las Reservas Internacionales (RI) se ubicaron en USD 9.353 millones el 20 de enero de 2023. (BCE). El monto de Deuda externa e interna a pagar a corto plazo (2022-2026), USD 27.174.4 millones. Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), la economía alcanzará un récord de ventas de USD 225 mil millones (2022), aproximadamente 13% más que el año anterior. La recaudación superó los USD 17.100 millones, 22% más que en 2021 y 11% más de lo presupuestado.
En la Economía ficticia, en cambio, existe iliquidez en la caja fiscal y atrasos en las transferencias a los GAD municipales, parroquiales y provinciales; pago a trabajadores de la educación y la salud; jubilados que no cobran sus haberes establecidos en Leyes; deflación para las pequeña y mediana industria e 2 imposibilidad de competir en el mercado interno, con riesgo eminente de quiebras: casos de pesca artesanal, pequeños bananeros, arroceros, lecheros; competencia desleal de productos agrícolas y avícola que ingresan de contrabando desde el Perú y Colombia, etc., etc…
Mientras en el Ecuador real, el Gobierno hace lo imposible por extraer recursos de la clase media, vía reforma tributaria; en el Ecuador ficticio, en cambio, forjan amañados negocios en las empresas públicas y se condonan deudas a grandes empresarios. Construyen hospitales y adquieren camas, pero no hay médicos especialistas, ni medicinas, instrumentos e insumos elementales.
Mientras en el Ecuador real, la economía alcanzará un récord de ventas de USD 225 mil millones (2022). En el Ecuador ficticio, hay una impresionante evasión tributaria. Por impuesto a la renta (IR) se recauda 4.897.458 miles de dólares y por IVA 7.427.356 miles de dólares (SRI, nov/2022). En buen romance, el IVA sigue siendo el impuesto más representativo y regresivo de la política tributaria: representa el 47.1 % de la recaudación bruta.
El consumo de hogares contribuye en mayor proporción al fisco, si se compara con el 31.0% de aporte del IR. Para entender lo que pasa en el Ecuador, por tanto, hay que observar no al real, sino al ficticio. En el Ecuador real, por ejemplo, el gasto del gobierno es igual a los ingresos, por tanto existe equilibrio fiscal. En el Ecuador ficticio, en cambio, primero se “honra las deudas” (Servicio de la deuda externa, USD 3.589 millones en 2022) y, para mantener el sacrosanto equilibrio fiscal deja de pagar a profesores, médicos, IESS y adquisición de medicinas.
En el Ecuador real, al decir del gobierno se ¿crean 443.000 nuevos empleos?. En el Ecuador ficticio, 30.000 compatriotas migran al sueño americano arriesgando sus vidas, en los últimos meses; con un altísimo costo social que no se recompensa con nada. O haciendo largas colas ante la convocatoria por un puesto de trabajo.
Mientras en el Ecuador real rige el discurso de la austeridad convertido en dogma, en el Ecuador ficticio se idean y ejecutal los planes más insólitos para levantarse con los fondos públicos o hacer negocios con empresas del Estado, tal como ha sucedido en todos los gobiernos. Y este no parece la excepción. Todo ello sumado la inseguridad ciudadana. (IIE-UC) La organización social es la base para que el Ecuador real y el ficticio se reencuentren en la senda de la recuperación de la economía, la ética y el bienestar de la población.
“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. -Antonio Gramsci

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