Por, Flammarión Meneses
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La poca moral y la incapacidad política para gobernar de Lenin Moreno, demuestra un permanente deterioro de su personalidad de hombre de izquierda, en dos años de primer mandatario se inclinan descaradamente a la extrema derecha o al populismo, dejando la mesa servida disque al próximo gobierno de NEBOT o BUCARAM.
El camino elegido por este gobierno con las medidas adoptadas, es el camino de la solución de la crisis desde la óptica y en función de los intereses del capital nacional e internacional, pero nunca desde la perspectiva de la defensa de los intereses patrios y de los obreros, de los campesinos, de los indígenas, de los artesanos, de la gente pobre de la ciudad y del campo. Por la traición al pueblo con estas medidas antipopulares, todos los ecuatorianos organizados, los campesinos y los indígenas se han declarado en paro nacional indefinido; en más de una semana de conmoción social pescan a río revuelto la vándalos venecos y los mafiosos correístas saqueando e incitando al caos total, gritando maliciosamente a elecciones anticipadas.
Obnubilado en el poder Lenin Moreno elimina los subsidios a los combustibles abruptamente, sin un estudio previo que evite alterar el orden público con medidas que funcione gradualmente. Cubrir el déficit presupuestario de esa forma significa aumentar la desigualdad económica y social actual, extraer recursos del bolsillo del pueblo para cancelar una deuda externa ilegal, cuya contratación se hizo para favorecer a un pequeño grupo de oligarcas, lo que es peor a los delincuentes de la década ganada de alianza país y la revolución ciudadana es totalmente absurdo, querer que el pueblo cancele los últimos préstamos onerosos que dieron los consorcios financieros de la China a Rafael Correa y sus secuaces, jamás aceptaremos.
Compatriotas, ser neutral o indiferente ante tanto abuso a la dignidad humana, es sufrir de miopía intelectual, estamos ya en el noveno día de resistencia y la represión brutal causó dos muertos, cuántos muertos más quieres Moreno para solucionar la crisis. Las condiciones de vida de las grandes mayorías, cambiarán sólo con un nuevo orden de estructuras; es decir, hay que desterrar los buenos deseos de los políticos oportunistas por las acciones concretas identificadas con el pensamiento vanguardista, demostrando claramente su lucha por las grandes mayorías del país, hacia allá tenemos que llegar hasta vencer definitivamente el mal que nos agobia causado por estos sátrapas políticos delincuentes.
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