“Lamentablemente el racismo sigue gozando de buena salud, en términos en que la población afroecuatoriana sufre de pobreza extrema: estamos en el decenio internacional de los afrodescendientes, han pasado casi 5 años y el Estado ecuatoriano no ha puesto un centavo para combatir la pobreza, la exclusión, la falta de acceso a la educación, al empleo, seguimos hablando de un racismo estructural”, manifestó el Asambleísta de Imbabura, José Chalá.
Consideró que en el país hay un racismo marcado para la población de origen africano, pese a que con la presencia afro descendiente se generó riquezas que dio origen a la modernidad, a los estados- nación y la acumulación primaria de capital.
El primer gobernador de Imbabura en los albores de la República fue un afro descendiente, Juan Otamendi Anangonó, algo que muchos desconocen; este país sigue racializado, pero con los niveles de conocimiento se va rompiendo esa carga de adrenalina histórica que ha causado racismo y discriminación, concluyó Chalá.