Diputado alterno, concejal de Ibarra en dos períodos, candidato a la prefectura de Imbabura, dirigente laboral en la Empresa Eléctrica de Quito, Gerente de Emapa (1992-1996), Presidente de Emelnorte (2007-2009), alcalde de Ibarra (2009- 2014), tiene 50 años de edad y amplia experiencia en el campo político porque desde su etapa estudiantil en el colegio Teodoro Gómez de la Torre, fue Presidente del Círculo Estudiantil en los años 70s.

¿Usted ganó las elecciones por Correa, por usted, afán de cambio?

Es un conjunto de hechos, el país está cambiando, la sociedad cambia, Ibarra tampoco es extraño a esta lógica de cambio; entonces la ciudad demandaba una propuesta de cambio, una propuesta que termine la corrupción; hay una conjunción de ideas en este proyecto de cambio: Correa, la gente y finalmente el proyecto político que representamos.

¿Incluso las dos candidaturas de Pablo Jurado y Alvaro Castillo que se dividieron la votación?

El ejercicio matemático es parte del análisis, pero la política tampoco es lineal, los dos representaban lo mismo, el uno era empleado del otro, al final todos buscaron la candidatura y el auspicio de Alianza País.

La realidad se presentó como fue, los ciudadanos votaron, una votación histórica de 42.000 votos que marcan con absoluta tendencia.

¿Usted es socialista de izquierda radical, socialista moderado?

Yo soy un hombre de principios de izquierda, yo creo que por definición soy un socialista. Para mí el socialismo tiene una definición muy simple, cambiar una sociedad injusta por una más justa.

¿Es el socialismo del siglo XXI?

No, creo que el socialismo del siglo XXI es adecuar lo que siempre hemos sostenido los socialistas históricamente, no hay que confundir el concepto de socialismo con un partido, el socialismo es una ideología.

Los socialistas queremos un modelo propio, a la ecuatoriana, que recoja sus realidades; el socialismo del Siglo 21 es una propuesta que encaja en esta visión de construcción del proyecto socialista en América Latina y en el Ecuador.

¿La corrupción es un mal endémico, esta epidemia también ha llegado a Ibarra?

Ibarra no está exenta, nosotros hemos dicho que vamos a poner de moda la honradez en el cantón, en la ciudad y esto no es un problema de declaraciones; siempre sostengo la frase de Monseñor Luna Tobar, “que tan corrupto como el que se roba el dinero público es aquel que es incapaz en una función pública”; es decir asume una función respecto para la cual no está preparado y además le estafa también al pueblo.

¿Quién es el culpable de la corrupción, el estado, el sistema, los políticos?

Todos, porque la corrupción es un problema de cultura. Tan corrupto es aquel que no hace cola y es el más pilas para irrespetar a los otros; el que soborna al policía, el que infringe la ley, el que cree que pagando, sobornando puede resolver sus problemas, entonces no podemos vincular el concepto de corrupción al manejo de la administración pública, este es un tema de formación.

La gente debe comprender que hay que respetar la gobernabilidad como un principio de respeto a la ley.

¿Por qué se cree que ser corrupto es sinónimo de ser político?

Esa es una lógica equivocada en el Ecuador, pero estamos empezando a construir una nueva historia, ahora sí con hechos específicos, por ejemplo: ahora hay un sistema de contratación pública, el INCOP, en donde ya nunca más se podrán amañar los procesos, no hay que olvidarse que esto está vigente desde abril del 2009.

Todo lo que hasta esta fecha para atrás se podía hacer, era evidente que había como trampearle a la norma, ahora este sistema es un proceso en el cual los temas son mucho más transparentes.

Una segunda muestra es todo este proceso de rendición de cuentas, porque hoy existe un conjunto de derechos de los ciudadanos como la silla vacía; hoy la participación ciudadana es una categoría constitucional, es decir, hoy ya no se puede decidir a espaldas de la gente.

¿Muchos detestan la política, qué es ser político?

No creo que detestan la política, hay un concepto equivocado, se confunde entre política y politiquería. Un político debería ser primero un hombre culto, informado, tiene que ser un hombre o una mujer que tenga la suficiente sensibilidad y capacidad para tener la aceptación de los ciudadanos.

A mi juicio la política y el político son buenos, pero hemos tenido una imagen desastrosa en el Ecuador, producto de todo un proceso de corrupción, la prueba es el estado en que se encuentra la partidocracia, objetivamente no existe, no hay representación.

¿Pero la democracia no puede vivir sin partidos políticos

Yo creo que hay que construir partidos, pero que recojan la alternabilidad, la democracia y que recojan producción y la discusión política, eleve el nivel en el país. En España hay un debate político civilizado no basado en supuestos, en calumnias, en mentiras, en pasquines, sino en argumentaciones sobre las cuales la sociedad se educa.

¿Qué ha pasado en este país en los últimos 30 años, hemos botado a tres presidentes, casos de corrupción, el Ecuador es ingobernable?

No creo que la gobernabilidad esté situado en el hecho específico de la terminación de un mandato, el problema es que habido una crisis de la política y de sus partidos. Hace 31 años ingresamos a un régimen de partidos que nació tan mal, que hoy ya no existen; eso significa que en 31 años no construyeron un régimen de partidos, en este tiempo construimos líderes personales cuyo objeto era defender los intereses de los grupos a los que representaban.

¿Y en Ibarra cómo han sido estos 31 años de democracia?

Iguales, caudillos que dominaron esta provincia, esto es indiscutible, personajes que los hemos visto a la luz pública.

¿Pero en Ibarra se han turnado en el poder el socialismo y la Izquierda Democrática?

Pero ha tenido efectos limitados, si revisamos, hubo presencia del MPD, el doctor Antonio Posso fue dos veces diputado; el partido socialista tuvo varias diputaciones, pero no han sido procesos en donde la política se ha sostenido.

El Ecuador está entrando a raíz de este proceso, de la revolución ciudadana en un proyecto de cambio, porque este proyecto trastoca la constitución, las normas, de la estructura del Estado y vamos a vivir procesos distintos, entramos en una dinámica que me parece algunos no entienden hacia dónde va.

¿Se dice que Ibarra ha crecido, pero no se ha desarrollado?

Las ciudades se miden por su extensión, las ciudades se miden por su respuesta productiva, por su capacidad; parte de lo que hay que hacer en esta ciudad es establecer con precisión que tiene esta ciudad, de ahí la necesidad de un Plan de Desarrollo Territorial del cantón.

 

¿Cuál es su visión del modelo de desarrollo de la ciudad?

Es una ciudad que debe resolver sus principales problemas como es el empleo y la seguridad. El empleo solo va a resolverse mediante la visión de una ciudad productiva, de una ciudad de oportunidades, que crezca, planifique y se desarrolle en esa visión, de generar al ser humano como el eje central del desarrollo; una ciudad inclusiva, democrática, participativa, pero sobre todo, de oportunidades.

 

¿Hacia dónde debe ir Ibarra?,

Esta es una ciudad que es un gran mercado, no es una ciudad de servicios, el turismo se construye a partir de imaginarios que pueden ser históricos culturales, patrimoniales; en las Vegas, Estados Unidos hay turismo y no hay historia, igual en Brasilia; hay que establecer al turismo como una estrategia del desarrollo y entonces hay que construir la propuesta de turismo para hacer de Ibarra, basada en sus potencialidades: una ciudad de  destino turístico.

¿Cuál es su proyecto estrella?

Reconocernos que somos un proyecto incluyente, que mira a la ciudad de oportunidades; ahí está Yahuarcocha: el turismo, los servicios, el comercio y la posibilidad de que en esa línea la inversión privada venga, genere empleo y distribuya riqueza.

 

¿Ibarra, ciudad blanca, ciudad a la que siempre se vuelve, cuál le gusta más’

Para ser franco ninguno, porque no responden a la realidad. ¿Ciudad Blanca por qué? no hay indios, negros, se vuelve excluyente.

Después de ocho meses de gestión le han aparecido más enemigos o amigos

  1. No estoy preocupado cuantos amigos o enemigos tengo, mi función aquí es cambiar esta ciudad yo estoy trabajando para producir ese cambio.

¿Qué piensa de aquella frase una cosa es con guitarra y otra con violín

Siempre he creído que hay que estar preparado para la guitarra y estar preparado para el violín.

¿Cómo recibe las críticas de la oposición, lee la prensa?

Yo soy un demócrata, respeto los criterios ajenos, de la prensa, de la oposición, algunos no los comparto, el Presidente Correa tiene bastante razón cuando se refiere a la prensa.

¿Pero usted no coincide en eso de atacar permanentemente a la prensa

No creo que es un problema de atacarles, a mí me parece que su propia credibilidad es parte de lo que hacen o dejan de hacer, creo que cuando mienten la gente encuentra su propia verdad, cuando hacen afirmaciones tendenciosas al final escriben su propio destino.

¿Le decían de joven Rabito como el cantante?

Sí, en parte era por la actitud física, el pelo largo, las modas, la forma.

¿Cómo quiere pasar a la historia?

Como un alcalde que transformó a esta ciudad hacia el futuro.

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