Por : Flammarión Meneses arcano9192@hotmail.com
Parece que este siglo a Latinoamérica nos va a traer pandemias de todo tipo más que al resto del mundo, inició en Venezuela con una pandemia política criminal chavista, luego denominada socialismo del siglo XXI; para el colmo hoy nos visita un huésped mortal importado desde China y que ataca peligrosamente a Europa y Norte América. La comunidad mundial observa absorta como las calles de todas las ciudades están desoladas y silenciosas, de pronto en algunas partes, la ignorancia, la indisciplina y la corrupción política hacen que la pandemia cobre fuerza y aumente los decesos sin control.
Son momentos dolorosos de inquietud y tensión sicológica en todo el globo terráqueo, su propagación agresiva en menos de dos meses a ocasionado más de 50.000 víctimas y más de un millón de contagiados. Los epidemiólogos exigen aislamiento social y aseo constante para expeler al coronavirus, no así, para los que ya están positivos se complica la cosa por demanda de insumos médicos, mascarillas, biorespiradores, infraestructura, etc. etc. Aquí, los únicos héroes de esta batalla que luchan desprotegidos para defendernos de la muerte son los médicos y el personal de salud.
El drama impactante se observa en Ecuador, especialmente en Guayaquil que los fallecidos aumentan cada día por negligencia e ignorancia de las autoridades, la ciudadanía indisciplinada no colabora con la cuarentena y una gran parte minimiza la pandemia, nos ubicamos en el país más crítico de la región después de Brasil y Chile. Es lamentable recordar la tragedia que devastó la economía del país, como preludio funesto a esta emergencia sanitaria, fuimos víctimas de un descomunal atraco durante diez años consecutivos por un dictador sicópata jefe de una banda narco política, respaldado por una Asamblea Nacional de borregos sumisos al patrón mafioso, éstos desangraron la nación en tiempos de bonanza petrolera y nos dejan endeudados en más de 60.000millones de dólares que en esta crisis sanitaria se vuelve impagable.
Por otro lado, es digno de resaltar la capacidad de recuperación del gigante asiático, China comunista, su disciplinado protocolo inmunológico pudo frenar a las siete semanas de la propagación masiva de la pandemia con casi 8.000 víctimas mortales en Wu Han, impresionante ciudad moderna donde apareció el coronavirus y que luego se propagó por todo el mundo, obviamente que después de todo lo malo, hay algo más grandioso para la humanidad de parte de esta enigmática nación oriental, está a punto de sacar al mercado la ansiada vacuna contra el COVID-19, según sus autoridades será totalmente gratuita. Siento en el alma no poder decir lo mismo de nuestro hemisferio occidental, los más afectados son EEUU, Italia, España, Irán, Francia y Portugal por no tomar medidas de seguridad a tiempo; la solidaridad de Cuba, China y Rusia se ha hecho ver en Italia, Irán y España como primer aporte al mundo demostrando su gran sensibilidad.
Yo creo, cuando superemos esta tragedia todo será diferente, algo nuevo extraerá la juventud científica para erradicar la ambición e inoperancia de funcionarios públicos y dogmas teológicos de occidente, nos perdimos en el idealismo pragmático que no se cansó de sembrar enfermedades, inequidad, miseria y corrupción endémica. En este nuevo orden ojalá brille la razón, la ciencia, el amor a la familia y a la patria, solo así podremos lograr EL RENACIMIENTO DE LA PAZ Y EL DESARROLLO EQUITATIVO DEL HEMISFERIO.

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