La plaza de toros la Candelaria de la ciudad de Ibarra fue construida por decisión del Concejo Municipal y del alcalde de ese entonces, Marco Tafur, quien acepto una iniciativa de un grupo de ciudadanos amantes de la fiesta de los toros y se autorizó su edificación en La Canderaria, en la avenida El Retorno, en donde están ubicados los monumentos a El Retorno de los ibarreños, luego del terremoto de 1.868.
En la plaza de toros en los años 90s del siglo pasado tuvo mediana actividad y se desarrollaron algunas corridas de toros, después se perdió el entusiasmo y este escenario quedó en el abandono, en los años 2.000 se hicieron algunos eventos populares, entre ellos el “toro loco”, pero nada más.
En el país se hizo una Consulta Popular, en donde entre otras cosas, se preguntaba ¿si está de acuerdo que en una corrida de toros se mate al animal como parte del espectáculo?, desde allí, como la respuesta fue afirmativa, no se volvieron a realizar eventos de esta naturaleza.
El alcalde de Ibarra, Álvaro Castillo hará una encuesta en las redes sociales para definir qué hacer con la plaza de toros, aunque ya anunció que sería preferible construir allí un coliseo, “porque en el Leoro Franco se cobra entre 2.000 y 3.000 por arriendo por parte de la Federación Deportiva de Imbabura”.