Por Jaime Salazar P.
1990
Los Espinoza de los Monteros, es una familia que rápidamente relacionamos con la radio, la televisión y en fin con la comunicación; el padre de Alfonso y Gabriel, don Carlos Espinosa de los Monteros, hizo radio en nuestro medio en los primeros años de “La Voz de Imbabura”, de allí que sus hijos sienten la afición por estar tras el micrófono. Alfonso, el mayor, se inició en CRI, Centro Radiofónico de Imbabura de esta ciudad en 1958 y luego de dos años partió a Guayaquil, su hermano Gabriel nos relata en la siguiente entrevista sus primeros años:
¿Qué recuerdos tiene usted de sus inicios en la radiodifusión?
Mis inicios están ligados de manera absoluta a la actividad de mi padre y de mi hermano Alfonso; mi padre fue un radiodifusor que empezó a dar sus primeros pasos en Ibarra y posteriormente en Guayaquil es cuando empiezo a identificarme con este lindo medio; empecé muy jovencito, tenía no sé si 12 o 13 años.
Hacía un programa de presentación en vivo de artistas en radio América de Guayaquil y mi responsabilidad estaba en llevar el control de los equipos, lo que se denominaba operador; Alfonso ya estaba dando sus primeros pininos en la radio.
¿Usted trabajó en CRI?
No, no fue así, Alfonso si empezó a trabajar en CRI con ese gran amigo que es Silvio Morán, con Don Abelardo, mis tareas radiofónicas las inicié en Guayaquil, en la ciudad de Ibarra nunca hice radio irónicamente.
¿Posteriormente a la capital ecuatoriana?
Después de estar en radio América viene la oportunidad de trabajar en radio La Prensa, que en ese tiempo era la primera emisora en llegar a un periódico; se da una circunstancia muy interesante, porque el Director general era papá, el director de programación era Alfonso y yo trabajaba como operador; poco a poco empecé a cumplir actividades de locución. Luego se da la posibilidad de ir a Quito cuando empezaban las tareas tan buenas de radio Musical, emisora líder discjockey en esos años 60.
¿De allí a la televisión?
La televisión empieza a brindarme oportunidades también en los años sesenta, por ese entonces era aniversario de canal 6, Lucho Chávez el famoso locutor de Guayaquil, estaba encargado de las áreas de programación y nos invitó a jóvenes que hacíamos radio en ese tiempo; Edwin Almeida, otro muchacho y yo, jovencitos, nos encargaron la conducción de la mañana, un programa de 14 horas de duración que realizaban por el aniversario, ese fue el primer contacto; luego vendría el acercamiento a canal 8 que nace en 1970, un poco más conocedor del quehacer televisivo.
¿Le gusta más la televisión o la radio?
Pienso que las dos formas de comunicación son valiosísimas, la televisión es más completa por el hecho de reunir imagen y sonido, resulta para el público más atractiva; pero a mí me gusta mucho más la radio, soy hincha de la radio porque tiene un contacto más directo de quien realiza un trabajo y el público, sus ondas permite alcanzar oyentes en regiones más distantes y muy difíciles de llegar para la televisión.
La radio por ser la forma primera de comunicación electrónica es dentro de lo que yo hago, la que más me atrae; me gusta mucho la música, la televisión es linda, pero si vamos por la balanza, creo que prefiero la radio.
¿Usted grabó el disco Sixteens Tons, 16 toneladas, cuéntenos?
Si yo grabé eso, fue una época linda, juvenil, en épocas de estudiantes, haciendo un poco de locución también con un grupo de buenos amigos conformamos un conjunto. El grupo estaba integrado por Netucho Dávalos, quien era el organista, Bill Quik un joven venezolano- americano, tocaba la primera guitarra; estaba Lucho Cordovez en la batería, ahora tiene una empresa de turismo en Galápagos; colaboró en su tiempo Pepe Rosenfeld, también de Ibarra, él tocó el bajo sin ser bajista, pero no sé como lo hizo.
Ese fue un disco que lo considero terriblemente malo, es muy mal grabado en cuanto al aspecto técnico, también en el aspecto musical, creo que nunca he cantado tan mal, como en ese disco.
¿La locución nace o se hace?
La locución creo que nace, pienso que el trabajo de locución es artístico y lo hace quien es artista; nosotros crecimos en un ambiente ligado a la radio, a la comunicación, a la música; pienso que existen locutores que se han ido formando en base a una afición, pero es muy posible que dentro tengan algún vínculo artístico vigente, pienso que la locución nace con uno, no creo que se haga de un día a otro. (foto Nuestromundo. ec)