El doctor Luis Andrade Galindo, quien falleció este martes 4 de agosto luego de luchar con una larga enfermedad, se destacó en su vida por decir frases célebres y lapidarias que daban en el clavo.
Andrade Galindo nació en Cotacachi, a los 30 años fue concejal y luego alcalde de Ibarra en el retorno a la democracia en el país, de 1978 a 1984, Asambleísta, Presidente de la Casa de Cultura, de la Corte de Justicia, jurisconsulto, profesor secundario y universitario, poeta, escritor, hipnotizador, coleccionista de música, orador.
En entrevista con Expectativa en el año 2.010, respondió algunas inquietudes del periodista Jaime Salazar, de cuyo diálogo, extraemos algunas frases y pensamientos que lo identifican.
 Lo de los espacios verdes es un tema ya saldado, explicado; yo no tuve absolutamente nada que ver en ese caso.
 En ese entonces, el pero mayor que me veían era que no había nacido bajo el ceibo del parque Pedro Moncayo
*Cuando llegué a la alcaldía de Ibarra, era una situación especial, en ese entonces me desempeñaba como profesor del colegio Teodoro Gómez de la Torre, primero fui nombrado concejal de Ibarra por pedido del general Rodríguez Lara, fui Presidente de la Comisión de Cultura y no me imaginé que estaba destinado para ser alcalde en 1978.
*En ese tiempo tuve gran apoyo de la ciudadanía, la votación del alcalde fue superior a la del Prefecto de la provincia, bastante alta en relación a mis contendores. Fue un voto de la juventud, un voto de la esperanza, ingresé con un amplio margen, tenía 35 años y salí de cuarenta años, es decir que le entregué la mejor etapa de mi vida al servicio de la ciudad.
*A mí siempre me han gustado las ciencias esotéricas, he estudiado muchísimo y me di cuenta que podía hipnotizar y así lo hice y con mucho éxito.
*El hipnotismo es la facultad espiritual es utilizada por la madre para procurar el sueño de su hijo, es utilizada por el maestro para guardar la atención de sus alumnos; por los sacerdotes en sus prédicas en su púlpito y por los políticos para controlar las masas y saber transmitir sus ideas.
*En la vida he sido de todo y eso me satisface, me ha gustado con pasión la música, colecciono una cantidad grande de discos; en mi juventud pinté cuadros que algunos familiares conservan.
*Como todo mortal la vida me ha golpeado, también me ha premiado, porque ese vaivén es lo que significa existir.
*Tuve un gravísimo accidente de tránsito siendo Alcalde de la ciudad cuando concurríamos a una minga en el Valle del Chota para dotar de agua potable, en donde nos derrumbamos a un precipicio de 300 metros y por milagro me salvé; tuve 22 fracturas, casi medio año sin poder moverme al hospital, regresé a la alcaldía en silla de ruedas; afronté circunstancias adversas que en ese momento se presentaron, como no tenían de qué acusarme, tuvieron que buscar aquella figura simpática de los espacios verdes para increparme responsabilidad que nunca la tuve.

• Los espacios verdes es un tema ya saldado, explicado, yo no tuve absolutamente nada que ver en ese caso, fue un movimiento político a la criolla, en donde personas que tenían deseo de figurar políticamente, tuvieron que buscar un pretexto.
• Tuve un concejo de servidores a la ciudad; en cambio, los alcaldes que fueron nombrados por la dictadura tenían la gran facilidad de hacer muchas cosas y no lo hicieron cuando no había tantas trabas administrativas.
* En mi época levantamos el monumento a Pedro Moncayo con unos pequeños recursos existentes, cuando estaba en el hospital, el Concejo Municipal había resuelto colocar cuatro placas, una de ellas con los nombres de quienes integramos el Concejo, eso despertó una animadversión política y comenzaron a llamarle la placa de la infamia, la misma que fue retirada.
 En mi alcaldía jamás soñé tener guardaespaldas, jamás soñé tener equipo de periodistas que cuiden la imagen del primer personero, solo había información a través de radio municipal con Ricardo Ruiz.
 Hice la pavimentación de todas las avenidas de Ibarra; la construcción del monumento a Pedro Moncayo, la plaza de la ibarreñidad; el adoquinado de la avenida Atahualpa.
 El lugar donde uno nace es un accidente, para mí es honroso haber nacido en Cotacachi. Soy más ibarreño que cualquier otra persona que diga lo contrario.
 Después de la muerte hay la vida eterna, creo en la eternidad del alma, en el retorno hacia Dios.
 La vida vale la pena vivirla como yo la he vivido con altos y bajos, inclusive en el aspecto personal. Tuve problemas muy difíciles a nivel familiar que me obligaron a tomar decisiones muy difíciles, pero las he convalidado en la propia tierra.
 Cuando yo estuve en Quito, a mi padre le escribí una carta en las navidades, me devolvió la carta corrigiéndome las faltas de ortografía y me regaló el diccionario de la Real Academia de la Lengua, gracias a mi padre aprendí a ser responsable con la escritura y la expresión oral.
 El amor existe sobre todas las cosas. El amor de Dios es la mayor demostración de la esencia del amor.
 La fidelidad en la pareja debe existir. El matrimonio monogámico es la esencia de la vida.

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