Flammarión Meneses- arcano9192@hotmail.com
Es asombroso el cinismo de Andrés Arauz al aceptar ser candidato presidencial auspiciado y tutelado por una mafia política, y lo peor de todo esto es que las autoridades electorales lo permitan como si fueran órdenes superiores al CNE, es inaceptable pero no toca más.
Estamos cerca de cumplir el primer cuarto del siglo XXI y el pueblo ecuatoriano todavía sigue secuestrado políticamente por estas mafias destructivas de la paz y del bienestar nacional; todo esto es por la ignorancia política dirigida por las élites de una sociedad inequitativa que llevó al descalabro social y económico en donde se experimentó con ocho presidentes en 10 años, la sociedad ecuatoriana ávida por conocer un nuevo líder que ponga coto al desastre económico y político ocasionado por el último de la “partidocracia” Lucio Gutiérrez. Para desgracia de esta pobre nación, aparece un joven político bien preparado, P.H.D. en economía Rafael Correa Delgado, este señor fue becado afortunadamente al primer mundo, seguramente donde tuvo la oportunidad de armar su siniestro plan inspirado desde los obscuros sufrimientos de la existencia de una familia que en otrora era próspera. El quinto RAFAEL ANTONIO CORREA JURADO, su abuelo fue quien los dejó en la miseria luego de feriarle una hacienda muy productiva; el sexto RAFAEL MARÍA CORREA ICAZA muy angustiado por su situación se aboca a contactarse con el narcotráfico y en su primer intento como “mula” fue detenido en EEUU; la familia Correa Delgado sufre una gran depresión en tiempo que el séptimo RAFAEL VICENTE CORREA DELGADO era niño, este personaje tristemente famoso conquista la Presidencia de la República, donde empuja la construcción de una maquiavélica maquinaria política autoritaria conformando para su proyecto político de saqueo máximo, una banda delincuencial de cuello blanco de la cual usted ya conoce demasiado respetable lector, gracias al periodismo investigativo de Fernando Villavicencio.
Lo importante de esta breve introducción es que vamos a interpretar lo que es bueno y lo que es malo para nuestro sufrido pueblo, hoy tenemos dos opciones en esta segunda vuelta electoral, o seguimos por el camino torcido y pernicioso o enderezamos el rumbo nacional con un hombre próspero de la clase media alta, conocido por su trabajo tesonero en lo personal y colectivamente como banquero que generó trabajo, en quién podemos confiar ampliamente todos los ecuatorianos. Esta será la última oportunidad de derrotar definitivamente el mal que nos acecha acompañando a Guillermo Lasso para Presidente.
