Fausto Giraldo
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La presión social es fuerte estos últimos días, la mayor parte de la población no tiene alimentos, sus deudas crecen, son pocos o nulos los recursos económicos, miles de negocios pequeños y medianos han cerrado, algunas grandes empresas han cerrado y han despedido a miles de trabajadores.
El gobierno nacional ha delegado la decisión del proceso denominado “semáforo” a los COE’s locales, la totalidad acogió continuar con el aislamiento, estas semanas algunos revisan la posibilidad de pasar al amarillo, obviamente implican algunas medidas de prevención que comprenden los protocolos de distanciamiento social, pero estos no constituyen un plan de retorno planificado de forma integral.
Debe quedar claro en el pensamiento social que el retorno no es a las formas y procesos ejecutados antes del 14 de marzo, existe un nuevo momento distinto en todo sentido, hasta en la cultura general, el retorno se refiere a la necesidad de salir del confinamiento al movimiento socio productivo de los territorios.
Para que lo dicho suceda siempre es bueno saber si existe o no un “Plan Retorno” con visión de futuro, que se preocupe de la actividad poblacional de manera integral.
En lo educativo el ministerio del área, las universidades y demás instituciones están ya en la formulación y aplicación de metodologías virtuales del aprendizaje y estas a su vez se articulan a actividades presenciales en los ámbitos de aplicación práctica. No todo será virtual.

En lo productivo se habla de un proceso progresivo de incorporación que parte de sectores principalmente de servicios de alimentos y otras como los transportes y la construcción.

Imbabura por un largo tiempo y dependiendo de las estrategias de reactivación se verá afectado el sector turístico, actualmente la hotelería esta en cero centavos, así como todos los pobladores dedicados a la artesanía con fines turísticos.

Definitivamente un sector que seguirá afectado será el cultural y deportivo. Se podrían realizar eventos con protocolos rígidos, los artistas y deportistas viven de la presencia del público y su pago por asistir a estos. Obviamente el ocio y las actividades de bares, discotecas y espectáculos públicos o eventos denominados sociales se verán anuladas por un muy largo tiempo. ¿Qué estrategias se aplicarán para mitigar el impacto en este sector?
No se ha identificado una propuesta o por lo menos un análisis pormenorizado del estado en que se encuentra la situación productiva en Imbabura, más allá de las generalidades que ya conocemos todos, el número de negocios pequeños y medianos cerrados, tampoco cual sería específicamente la política de apoyo y financiamiento para su reactivación a corto, mediano y largo plazo. En lo macro empresarial lo único que se conoce es la propuesta de reformas laborales que en cierta medida son lesivas para trabajadores, han dicho los dirigentes gremiales.
Un plan de retorno debe incluir todos los protocolos de seguridad sanitaria, dotación y equipamiento con equipos de protección, sanitización distanciamiento, mecanismos de atención en sectores de servicios y comercialización, señalización horizontal en calles, entidades de servicio, establecimientos educativos, empresas, vialidad, capacidad de aforo de locales y transportes, horarios y jornadas laborales, sistematización de procesos y eliminación al máximo posible de gestión presencial e intercambio de documentación.
Y si, ante todo el PLAN RETORNO debe señalar claramente las estrategias de reactivación y fomento productivo del campo y la ciudad, que incluya a todas las líneas y cadenas productivas.
Implementar la socialización utilizando todos los medios masivos posibles: prensa, radio, televisión, redes sociales, de forma anticipada y con lenguaje socio cultural claro para el entendimiento de toda la población, antes de ejecutar el retorno.
La absoluta disciplina de todos nosotros es indispensable al momento de cumplir cada uno de los protocolos establecidos y las medidas adoptadas en relación a como cumplir las actividades laborales y sociales.
En definitiva, “NO SE PUEDE PASAR LA PÁGINA SIN PRIMERO HABER DIBUJADO EL CAMINO QUE HEMOS DE SEGUIR” pensando no en el día o semana, sino en el hoy y el mañana, que es distinto, esa es una tarea pendiente de quienes “lideran los territorios” y si son incluyentes de la ciudadanía en general.