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Así como se delineó la necesidad de realizar la actualización del Plan de Turismo de Imbabura y el respectivo plan de marketing, en el documento Modelo de Desarrollo Turistico de la Provincia, trabajado con la participación de los actores del sector, consta la propuesta de elaborar la “Agenda 365 de turismo y cultura”.
Sencillamente porque es necesario tener claro que hay fechas que ya están fijadas en el calendario y que en base a ellas se puede racionalizar la inversión pública tomando en cuenta las temporadas bajas del sector turístico y en las que merecen una mayor intervención de las entidades de gobierno local.
Los feriados nacionales son un calendario inamovible al que se le debe poner atención más que en la organización de actividades en la parte promocional ya que son los actores naturales quienes tienen ya toda la estructura y andamiaje de sus eventos, sobre todo los más importantes como carnavales, semana santa, finados y fin de año. Cabría decir una particularidad de fin de año, excepto por Antonio Ante y la Corporacion 31 de Diciembre que año tras año lleva adelante el patrimonial evento de los inocentes, en el resto del territorio si precisa una mejor gestión a efectos de, teniendo sus particularidades esta temporada, poder crear un “algo” que dinamice el flujo turístico sobre todo en la capital de la provincia, en donde lamentablemente un bachiller hace las veces de jefe del área aunque solo sea en funciones más no en denominación.
También se cuenta con una estructura cuyas variantes son pequeñas relacionadas con fechas aniversarias de los cantones y parroquias, fiestas religiosas o tradicionales como “el Ovo”, San Antonio de Ibarra, los Raymis, estos últimos a los que jamás se debe proponer una intervención porque son celebraciones ancestrales originarias sino que se sugiere como hacer efectiva la “convivencia intercultural” en las fechas de su realización como un plus para el turismo cultural del denominado Geoparque Mundial.
Consolidar el tema artesanal es de suma importancia pero entendido este como el elemento movilizador de la economía de los sectores dedicados a esta actividad productiva, las ferias deben ser enfocadas en la comercialización de productos; el show artístico es un complemento o denominado “gancho” de atracción pero que no puede hacérselo al cerrar la exposición de las artesanías sino a la par de la misma. Puede caer en lo inaceptable organizar con recursos públicos eventos feriales o exposiciones artesanales en las que el fin no sea la difusión y comercialización de los productos artesanales sino el posicionamiento de un establecimiento u escenario privado, debe ir más allá de la empatía en las relaciones autoridad – “dueños” del recinto.
Organizar la “Agenda 365” implica calendarizar toda actividad, por más pequeña que sea: exposiciones culturales de arte plástico, festivales de danzas, aniversarios culturales y de entidades relacionadas, conciertos y espectáculos, congresos temáticos, entre otros, serán importantes para día a día constituir un cronograma que permita decir al mundo que en Imbabura hay mucho por hacer.
“El mucho por hacer” también pasa por, tal cual lo menciona el mismo documento de modelo de desarrollo, rehabilitar, crear y fortalecer los atractivos, rutas, productos y paquetes turisticos; articular con operadoras, medios e instituciones de marketing y promoción, ejecutar las acciones propias y fortalecer la capacidad y calidad de servicios en alojamiento, alimentación, recreación y transporte, todo acompañado de un excelente plan de seguridad turística.
Solo se requiere tener una visión de desarrollo territorial para no quedarnos como provincia formando parte de la declive productiva nacional en el sector, tal cual arrojan los resultados emitidos por las entidades respectivas, para ello se debe entender que la gestión en este ámbito es más una necesidad de contar con instrumentos identificados como política pública. Por ejemplarizar, “No por ser el pariente sabe qué hacer para curar al enfermo, hay que cualificar capacidades del médico y el grado de competencia y pertinencia para hacerlo”
Disculpas, solo es mi opinión, seguro habrán otras que discrepan con la mía, un debate de ideas y propuestas que conlleven a la toma de decisiones acertadas será válida sin que medie la grosería.