Por Fausto Giraldo
No soy experto en la materia, mal podría hablar del tema dentro del contexto técnico, ello que lo hagan los profesionales y especialistas del área.
Pero visto el panorama puedo establecer algunos elementos que a mi juicio son importantes:
Seguir las instrucciones de los entes sobre las medidas preventivas es muy importante, la asepsia permanente de manos y áreas que puedan ser afectadas tanto en los humanos y sobre todo en mobiliario e implementos de metal donde se podrían depositar virus, esto no solo por la “crisis” de salud, sino siempre.
No generar pánico social con publicaciones de audio, imágenes y videos que no corresponden a las difundidas por entidades oficiales, más allá de la preocupación que a todos nos motiva a intervenir exigiendo la actuación distinta del gobierno. No compartir vía redes sociales desinformación sino sintonizarnos con el mensaje del Ministerio de Salud, único ente responsable del manejo directo de esta crisis, esto incluso para profesionales que dejamos salir lo emotivo y a veces amarillismo sobre los hechos.
Tengo una sola duda, al igual que la gran mayoría de ecuatorianos, ¿cuales fueron las medidas de control implementadas en aeropuertos, puertos marítimos y fronteras terrestres para evitar el ingreso de viajeros provenientes del exterior?, allí creo hay que establecer la fiscalización desde la “casi inexistente asamblea nacional, ya que se filtran e ingresan personas sin aplicar, a mi juicio los minuciosos protocolos de control de ingreso de viajeros.
Los entendidos han señalado que un buen cerco epidemiológico evita la ampliación de la frontera viral, a su vez es un virus, se ha dicho que no supera el 2 % de personas afectadas y tampoco las víctimas son superiores de los infectados al 5%, no así de aquellos que mueren por influenza permanente, feminicidio, asesinatos por robo, pobreza extrema, cáncer, otras enfermedades de carácter aún más mortales que el coronavirus.
Precisa analizar de mejor forma si en el Ecuador existe o no una política pública de estado sobre epidemias y si el organismo epidemiológico cuenta con los profesionales e insumos y protocolos requeridos para la gestión de estos problemas. Otra tarea más para la institución fiscalizadora de papel.
Mal haría un gobierno aprovechar la “crisis epidemiologica” para hacer lo que Margaret Jean Hart mencionó en un post: aplicar medidas económicas, laborales y reformas de seguridad social, eso implicaría un aprovechamiento del momento sensible que viven los países y sus trabajadores.
Como es de esperarse la “empresa” piensa en capital y no en la vida, es más que empresas farmacéuticas hagan “su agosto” en la venta de insumos y medicinas para contrarrestar afectaciones de sanidad, influenza y otras relacionadas con el virus del momento, es por decirlo menos “lo más bajo”, esto requiere y de forma urgente la fijación inmediata y control de precios para impedir que se saqueen los bolsillos de los ecuatorianos.
Solo anhelamos que en el mundo se supere la crisis, de hecho habrán potencias económicas ganadoras y perdedoras, pero a la falta de políticas públicas de salud epidemiológica, no ahora sino siempre, sucumbiremos los pueblos que habitamos en los países que estamos relegados del desarrollo, entendido este no por el crecimiento del producto interno bruto que es un indicador empresarial, sino porque los habitantes tenemos satisfechos los principales elementos de vida, uno de ellos la salud.