Por Marco Tulio
El voto nulo es una opción legítima y democrática, contemplada en el código de la democracia
y que además debe ser respetada, de tal manera que una actuación así está permitida por la ley.
Pero allí no está el problema y discrepo con el concepto de que el voto nulo es un voto de
rechazo. El problema está en el hecho que se quiera imponer a los ciudadanos, sin ningún
fundamento legal y ético, que lancen por la borda uno de los mayores logros de la democracia,
que mediante el ejercicio del sufragio el ciudadano manifieste que es lo que desea para su país
y a la vez escoger el estilo del gobierno que quiere.
Los ecuatorianos tenemos derecho a vivir en un país libre y no es admisible que se considere a
la militancia de un determinado movimiento político, como a un “Rebaño de ovejas”, que deben
cumplir las órdenes de su “Jefe” al pie de la letra, eso es como que sus militantes son personas
de segunda o tercera categoría.
Se debe entender y el jefe de esta agrupación política lo sabe muy bien, que el voto nulo para
que sea una opción válida, es necesario obtener un determinado porcentaje de acuerdo al
artículo 147 de la ley orgánica electoral, para que se anulen las elecciones y se vuelva a foja cero.
Entonces, el voto nulo… ¿PARA QUE?, ¿Para satisfacer un capricho?, ¿Beneficio personal? O
demagogia a su máxima expresión.
En conclusión el voto nulo, no es ético y evidencia el poco amor por la patria, por tal razón el 11
de abril nuestro voto debe ser de compromiso frente al futuro del Ecuador y una demostración
de responsabilidad ante las circunstancias actuales que atraviesa el país. (M.T.A.V.

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