Por, Marco Tafur S.
La violencia no solo es física. Existen otras formas. El diseño de la política económica de los
Gobiernos, es una de ellas. Ejemplos abundan, citemos varios. La subida del precio de gasolinas,
impacta furiosamente en la economía global, concretamente en bienes y servicios de consumo
masivo (aceite, arroz, azúcar, sal, leche, pan, papa, fideos…), pese a las declaraciones de voceros
del Gobierno del encuentro afirmando que el golpe es mínimo. El incremento de los pasaje
urbano, cantonal, provincial, son espejos de subsistencia que no quieren ver los miopes.
A pretexto de financiar el plan vacunas contra el Covid 19, extraen recursos de los bolsillos de la
clase media por USD 1.000 millones de dólares. Pero se exonera impuestos/multas y condona a
grandes deudores con BNF (hoy BAN Ecuador) y CFN. La promesa de combatir la evasión
tributaria (USD 7.000 millones; Banco Mundial), subsiste solo en discurso del Gobierno del
Encuentro. Pequeños y microempresarios reclaman igual trato, pero para pagar.
En 100 grandes empresas, la fuerza laboral genera utilidades netas por USD 9.265.5 millones de
dólares en cinco años (2016-2020). Cabe preguntar, ¿Dónde sitúan esas utilidades? En plena
pandemia (2020), el ingreso por ventas de 78.380 empresas superó los 96 mil millones de dólares
y tributan apenas USD 1.5 mil millones. Declaran al fisco 2 dólares promedio por cada 100
dólares de venta. Existen empresas que venden y no tributan o declaran centavos. El Gobierno
del Encuentro es afónico en este tema.
Escuelas deterioradas que se derrumban con el paso del tiempo, son realidades que no pueden
desmentir. La escuela tradicional de niñas de Ibarra, Pedro Moncayo (Unidad educativa Ibarra),
es el retrato viviente de estructura física y académica de la educación ecuatoriana. Con modelo
pedagógicos ajenos a nuestras realidades. ¿Acaso esto no es otra forma de violencia?
Y la salud, realidad postergada. Viejos (as) maltratados desde su ingreso a hospitales para su
cura; presencia de colas madrugadoras para citas médicas, atención, recetas y medicamentos
que compran los pacientes. Operaciones postergadas: no hay prótesis, no existen
medicamentos quirúrgicos, quirófanos y equipos dañados. Médicos saturados de enfermos,
otros en espera de ser contratados. Pacientes aguardando ser llevados a funerarias y
cementerios privados para su despedida final, renegando de gobiernos que violentan derechos.
No es violencia ocultar información. Existen dólares por el excedente del precio del petróleo.
Gobierno del Encuentro, que cacarea ser democrático, responda a los ciudadanos: el monto de
dólares que ingresaron a las arcas fiscales; pagos al Banco Mundial (BM) y FMI; e, inversiones en
salud y educación. No las migajas para los niños desnutridos. Otro es el camino a recorrer.
Las movilizaciones, paros y huelgas tienen su razón de existir. No es locura ni aventura de nadie.
La propia Constitución garantiza el derecho a la resistencia. Frente a la violencia económica del
Gobierno del Encuentro la respuesta es la lucha social. Frente a la persistencia del capital por
acumular la organización social es la respuesta.
La detención del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(Conaie), Leonidas Iza, detenido la madrugada de este 14 de junio, para investigaciones tras los
incidentes registrados en el primer día del paro nacional, tiene sustento social y político. Se lo
investiga por dos delitos: rebelión y paralización de servicio público, ambos tipificados en el
Código Orgánico Integral Penal (COIP). Entonces Leonidas es convertido en un espartaco, que
lucha por las reinvidicaciones de los pobres.
El propio presidente Guillermo Lasso “explicó que se encontraban realizando las detenciones de
los autores intelectuales y materiales de los incidentes durante el paro nacional”. Es decir,
ordena la detención del dirigente índigena Leonidas Iza. Decisión del Gobierno sin sustento
social ni jurídico. Lo capturan sin armas, ni palos, ni cuchillos; encuentran a un luchador social,
convencido de sus ideas reflejo de una sociedad maltratada por Gobiernos que generan
violencia desde el poder.
La prepotencia del representante del capital no tiene sustento social ni jurídico. La política
económica del Gobierno del Encuentro, anuncia la llegada de un sunamí que arrasa con todo
estorbo para encausar la economía de libre mercado. El estorbo, Leonidas Iza debe ser castigado
frente a los demás, como escarmiento, al puro estilo de los conquistadores. Lo cual rechazamos
como ciudadanos que creemos en la democracia basada en la organización social. Su libertad
no debe estar supeditada a claudicar principios ni valores.
SEÑOR JUEZ: “ FUENTE OVEJUNA es la respuesta a la violencia económica
que se genera desde el poder.” (m.t)