Hace falta mucho que hacer por Ibarra, se han dado algunos pasos en las últimas administraciones para ir forjando ese desarrollo tan anhelado.
La ciudad a la que “siempre se vuelve” debe ser de oportunidades, de valores como los de la puntualidad, una ciudad educadora es la que necesitamos impulsar, una ciudad que no dañe su equipamiento urbano, bancas, parques, recolectores de basura.
Pero la tarea de sacar adelante a Ibarra, requiere de la participación de todos los sectores, muchos creen solo en la crítica, pero no metemos el cuerpo para sacar adelante a esta bella ciudad que merece mejor suerte y que lastimosamente no ha crecido en la medida que lo hicieron otras ciudades.
Es necesario pensar en el futuro de Ibarra, una urbe que pasó de los 409 años de su fundación, son 4 siglos y más en los cuales el desarrollo ha sido lento en comparación con otras ciudades.
Han existido buenas intenciones de sus autoridades locales para darle ese empuje necesario que requiere Ibarra, pero falta mucho por hacer, sin que esto signifique que nada hicieron las autoridades actuales y las pasadas, simplemente, siempre hay algo más en el horizonte.
Ibarra debe convertirse en un centro turístico, de grandes atractivos que no son explotados en su verdadera magnitud; tiene que ser una urbe que cuente con todos los servicios básicos, pero efectivos.
La capital de Imbabura, no tiene industrias, fábricas, empresas que generen empleo y que constituyan una fuente para captar a cientos de personas que no tienen donde laborar. La ciudad del futuro tiene ser la que dé respuestas a las necesidades de la comunidad.
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