La película “Cónclave” (2024) de Edward Berger narra el proceso de elección del Papa tras la muerte del anterior. Se centra en el Cardenal Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, quien supervisa la elección. La película explora la política y las intrigas dentro del Vaticano durante este proceso
Después de la muerte del papa a consecuencia de un ataque cardíaco, el colegio cardenalicio, bajo el liderazgo del cardenal decano Thomas Lawrence, se reúne en cónclave para elegir a su sucesor. Los cuatro candidatos principales son el italiano Aldo Bellini (un progresista en la línea del difunto papa), el nigeriano Joshua Adeyemi (un conservador social), el canadiense Joseph Tremblay (un conservador convencional) y el italiano Goffredo Tedesco (un tradicionalista reaccionario).
El día antes del cónclave, Janusz Woźniak, el prefecto de la Casa Pontificia, afirma que el difunto papa exigió la dimisión de Tremblay la noche de su muerte, algo que Tremblay niega enérgicamente, y Bellini deja claro que su posición es impedir que Tedesco se convierta en papa.
El Colegio Cardenalicio, mientras tanto, se sorprende con la llegada a última hora de Vincent Benítez, que un año antes había sido nombrado in pectore (en secreto) cardenal y arzobispo de Kabul (Afganistán).
Lawrence pronuncia la homilía de la misa de inauguración del cónclave animando al Colegio a abrazar la duda y la incertidumbre, que algunos interpretan como una declaración de sus ambiciones papales. En la primera votación, ningún candidato se acerca a la mayoría requerida de dos tercios; Adeyemi tiene una ligera ventaja, mientras que Bellini y Lawrence dividen el voto progresista.
Los progresistas se consolidan detrás de Adeyemi para disgusto de Bellini, que desprecia la homofobia de Adeyemi. A medida que Adeyemi gana impulso, el asistente de Lawrence descubre que Benítez era cercano al difunto papa, quien pagó el billete de avión de Benítez a Suiza para una cita médica que luego fue cancelada.
Tras la tercera votación, la hermana Shanumi, una monja nigeriana, causa revuelo al enfrentarse a Adeyemi en el refectorio de los cardenales. Más tarde le confiesa a Lawrence que ella y Adeyemi tuvieron una relación ilícita, que dio como resultado el nacimiento de un hijo que ella dio en adopción. Aunque Lawrence tiene el deber de guardar el secreto, una campaña de rumores hace descarrilar la candidatura de Adeyemi. Bellini transfiere su apoyo a Tremblay para bloquear a Tedesco.
La hermana Agnes (Isabella Rosellini), la jefa de las monjas responsables del alojamiento de los cardenales, informa a Lawrence que Tremblay había dispuesto que Shanumi fuese trasladada al Vaticano. Tremblay lo confirma, pero afirma que lo hizo a petición del papa y que no sabía de la conexión de Shanumi con Adeyemi. Lawrence irrumpe en las dependencias del papa y descubre documentos que muestran que Tremblay sobornó a los cardenales para obtener votos. Bellini insta a Lawrence a quemar los documentos para evitar la protesta pública por la corrupción de la Iglesia, lo que hace que Lawrence se dé cuenta de que Bellini también aceptó un soborno. Lawrence y Agnes revelan las acciones de Tremblay a los cardenales, destruyendo así la candidatura de Tremblay. Tedesco y Lawrence se convierten en los únicos candidatos principales restantes, aunque Benítez ha ganado apoyo de manera constante, para continua sorpresa de Lawrence.
Finalmente en la sexta votación, mientras Lawrence emite su voto a regañadientes, un ataque terrorista en Roma mata a muchas personas que se encuentran afuera de la multitud y daña una ventana de la Capilla Sixtina, lo que hace entonces que Tedesco se enoje de la debilidad de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II, afirmando que es necesario dejar de ser ingenuo y conciliador con los musulmanes, a quienes considera animales sedientos de sangre; en ese momento el cardenal Benítez toma la palabra para invocar su experiencia pastoral en lugares difíciles, alejados del remanso de paz de Europa y afirma que la violencia no puede ser la solución a la violencia. Conmovidos por el último discurso, finalmente los cardenales acaban eligiendo en la séptima votación a Benítez, quien adopta el nombre papal de Inocencio XIV.
En los últimos minutos de la película, Benítez confiesa al cardenal Lawrence que es intersexual, una condición conocida y aceptada por el anterior papa. Lawrence decide proteger este secreto y encuentra una renovada fe en la Iglesia.
La película concluye con una nota de esperanza, sugiriendo una apertura hacia una Iglesia más inclusiva.[