A la marcada caída del valor del crudo el pasado mes le siguió este lunes el desplome histórico de los precios a futuro del petróleo estadounidense de referencia West Texas Intermediate (WTI), que llegó a cotizarse en negativo.
El WTI comenzó la jornada cotizándose en torno a los US$18, pero llegó a caer hasta los US$-37,63. En negativo, algo sin precedentes.
El principal factor que explica esta caída de precios es la drástica reducción de demanda energética por el coronavirus, una epidemia que mantiene a más de 3.000 millones de personas de todo el mundo confinadas en sus hogares.
Además, cabe recordar que el petróleo se comercia con su precio a futuro y los contratos para mayo expiran este martes 21 de abril.
Los operadores buscaban deshacerse de esos contratos para evitar tener que hacerse cargo del costo del traslado y almacenamiento de algo para lo que la demanda es tan baja ahora mismo.
Arrastrado por el WTI, especialmente en la última parte de la sesión del lunes, el petróleo Brent (referencia en Europa y el resto del mundo) para entrega en junio cayó un 8,90% hasta los US$25,58.
Caída de marzo
El pasado 9 de marzo, los precios del crudo cayeron hasta un 30% -el mayor desplome en un día desde la Guerra del Golfo en 1991- después de que Arabia Saudita anunciara un aumento de su producción tras el colapso del acuerdo de recorte de bombeo de Rusia con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para estabilizar los mercados petroleros.
Lo que entonces se vio como la desintegración de la OPEP+ -el grupo compuesto por la OPEP, Rusia y otros países productores de petróleo- ponía fin a más de tres años de cooperación en el mercado petrolero y marcaba el inicio de una “guerra de precios”.
Sin embargo, finalmente la OPEP y sus aliados productores de petróleo llegaron a un pacto para reducir la producción en 9,7 millones de barriles por día a partir del 1 de mayo, aunque muchos argumentan que aún no será suficiente para contrarrestar la caída de la demanda.
Este panorama ha hecho que los principales organismos internacionales y los bancos de inversión adviertan que el crecimiento global y regional será mucho menor que lo previsto antes del brote e incluso de que habrá recesión.
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¿Cómo afecta la caída del petróleo a la región?
Los países de América Latina más afectados por el desplome petrolero son Venezuela, Colombia y Ecuador, porque sus ingresos fiscales dependen directamente del valor de sus exportaciones de crudo.
En el caso de México es un golpe duro para la estatal Pemex -la petrolera más endeudada del mundo- y para los planes de inversión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aunque no tendría un efecto tan grave sobre las finanzas públicas, dado que el país ha diversificado sus fuentes de ingreso.
El dilema de Ecuador
Así como ocurre en Colombia, el gobierno de Lenín Moreno en Ecuador se verá enfrentado a la disyuntiva de recortar el gasto público o endeudarse, comentó Antonio de la Cruz.
Ecuador necesita aumentar la producción para generar más ingresos, la principal razón que llevó al país a retirarse de la OPEP.
Pero con la caída de los precios del crudo, el país quedó en una situación muy compleja, puesto que debe honrar sus deudas con el Fondo Monetario Internacional pero al mismo tiempo se arriesga a la inestabilidad política si recorta subsidios o programas sociales, como le ocurrió con las protestas del año pasado.
Una situación que puede repetirse también en el caso de los otros países exportadores de petróleo.
“Al final los gobernantes tendrán que decidir si se endeudan o ajustan”, con las consecuencias políticas y económicas que la decisión implica.
(BBC News)