Por Raúl Chávez.
Experiodista acreditado ante la ONU y la OMC- Ginebra, investigador, master en Derecho
Penal, Abogado litigante, periodista.
“La seguridad es, a la vez, una obsesión y una ficción.” Yves Michaud
La inseguridad y la delincuencia son “problemas estructurales asociados a la modernización
y al desarrollo” “La seguridad ciudadana es la seguridad-de-los ciudadanos”, es una cuestión
de solidaridad y de cohesión social frente al crimen, en la mayoría de países de la región se
presenta realmente un desafió especial, donde existen tensiones políticas, económicas y
sociales infinitamente más fuertes que otros países industrializados, a esto se suma, las malas
condiciones básicas de desarrollo en los estratos más pobres de nuestra sociedad. Según, H.
Thomé, El problema no es el delito, es la cohesión y las certidumbres de las sociedades
avanzadas, mientras más se desarrolla una sociedad, más se vuelve compleja en las relaciones
sociales, “la diversidad y el individualismo son parte de la dinámica que quiebran la cohesión,
la solidaridad y, por tanto, la seguridad”. El clamor de los ciudadanos está ya en la agenda
de la clase política, el debate político y ciudadano está en camino y frente a estas demandas
ciudadanas las autoridades deben responder de una manera la más eficiente y concreta, es así
que, la seguridad ciudadana, se lo debe hacer desde los cimientos de la institucionalidad, es
decir desde los Gad parroquiales, municipales, provinciales y del propio gobierno nacional.
No olvidemos que mientras más una sociedad se siente o tiene el sentimiento de inseguridad
o de riesgo, más es la afectación a las decisiones cotidianas, a la tolerancia y, por supuesto la
desconfianza de los ciudadanos en las instituciones, en particular en el poder judicial y
legislativa. En ese sentido, las instituciones y el propio gobierno deberían vincular aspectos
como la solidaridad y la cohesión social, y algo muy importante, el lado cultural, con todos
sus significados, símbolos, rituales y el propio discurso, según Tomé, “esos símbolos están
unidos a las actividades cotidianas y constituyen los elementos básicos en la construcción de
la experiencia social. No es posible explicar la delincuencia sin considerar los valores y
creencias de la población”, a lo que G. Manunta, señala, la mejor forma de buscar seguridad
es a través de una visión integral de la realidad. La “seguridad ciudadana” es fruto de una
definición social sobre las condiciones básicas que permiten la convivencia pacífica en
sociedad, la justicia social, calidad de vida, bienestar, salud, realización de la persona, y el
ejercicio de sus derechos y libertades democráticas, en ese orden de ideas, acojo las palabras
de mi amigo Fernando Larrea en su artículo publicado en el Diario el Norte, sobre el mismo
tema, “inseguridad ciudadana” en el Diario el Norte, al referirse que es necesario el reclamo
de los ciudadanos por protección, seguridad y justicia…