Por Dr. José Bucheli
Es importante que las universidades provean de excelencia académica a sus estudiantes y puedan dar un seguimiento a los graduados y seguir especializando a sus docentes.
La excelencia académica se basa en el desarrollo de la ciencia, tecnología y la innovación donde el conocimiento debe ir en una creciente estructura de avance, por ello tiene sus indicadores como habilidades del docente, procesos de fortalecimiento en aprendizajes y una investigación científica conjugada con la realidad del mundo.
El regente de este proceso es el Rector encargado de que su institución tenga altos índices de investigación científica; construcción del conocimiento y enriquecimiento académico, sin embargo en las universidades no solamente debe existir la excelencia académica sino también la excelencia humanista en la cual casi nadie mira su verdadera relevancia; esto es porque los estudiantes no pueden ser solamente reproductores de conocimiento sino también personas con emociones ,sueños y sentimientos que permite hacer profesionales preocupados por el prójimo.
Un profesional sin excelencia humanista se convierte en un ser insensible y superficial a pesar que se diga que salen profesionales con valores, cabe indicar que cuando algo no se práctica jamás se activa.
Se hizo una investigación a 50 rectores de algunas universidades tanto en América, Europa y Asía y se demostró que el 2 por ciento del total de rectores cumplían todos los parámetros sobre la excelencia humanista es decir solo una persona tenía todos los parámetros como tono emocional adecuado; posicionamiento horizontal, comunicación empática, amabilidad, motivación, compresión pedagogía entre otros parámetros o indicadores que en total son 15.
Este único Rector no solo cumplía los parámetros, sino que los sostenían en tiempo y espacio es decir era constante, los demás manejan la eventualidad por las circunstancias como un saludo, una sonrisa, pero llegaban hasta ahí, como poner el nombre en la arena
El único rector que tiene otra forma de pensar y rompía paradigmas, siendo un promotor de puertas abiertas, en donde sus estudiantes acudían sin problema, los escuchaban y sobre todo los valoraba, no solo a los estudiantes sino con todas las personas.
No era el típico rector de solo reuniones, firma de convenios, firma de solicitudes, de esperar un mes para ser atendido no por él sino por su asistencia,sino al contrario su cargo le daba la oportunidad de crear seres humanos con títulos universitarios.
Se utilizó el método de observación de comportamiento, sistema de simulación de emociones, estímulos externos provocados entre otros; a los rectores se los llamaba en varios momentos, también se envían mensajes, se enviaba emails, mirábamos su entorno entre otras formas de mirar su comportamiento y registrarlo.
En forma general el 70 por ciento no eran amables, y el 28 por ciento mantenían el protocolo de cortesía por la ocasión.
Realmente es triste ver como el porcentaje de excelencia humanista es muy bajo,la excelencia humanista permite que las personas sean amables, justas, preocupadas de ser solidarios, de buscar a quien ayudar aunque no se lo pidan; de ser sensible y sobre todo que se entienda, que el titulo sin amor es solo un cartón cargado de indiferencia e individualismo.
Los Rectores comenzando desde ellos deben buscar que la semilla de la humanidad comience a florecer en sus corazones y de ahí en sus estudiantes, docentes y personal que son parte de su institución
La excelencia no se basa en perfección; se basa en progreso y esto conlleva eliminar muchos estereotipos caducos que lo que hacen es no poder dar ni libertad;ni paz.
Por eso vemos muchos profesionales que no son felices porque la ciencia cansa cuando el corazón no late, necesitamos personas profesionales comprometidos con la sociedad.
El título más difícil y menos buscado es el SH que es “Ser Humano” que con ese título se obtiene la excelencia humanística, los títulos sirven cuando se apoya a la gente.
Casi nadie investiga estos temas por ello debemos sacar a la luz estos retos que dan como resultado un bajo índice del perfil humanístico
El rector que alcanzó todos los parámetros en excelencia humanística fue el Dr. Enrique Pozo de la Universidad Católica de Cuenca en Ecuador.
Ahí vemos y esperamos que más rectores del mundo miren a su alrededor y que cuanta felicidad pueden dar a las personas cuando tiene una solidaridad constante y no eventual.