*Carlos Navas fue asesinado a golpes por seis delincuentes el pasado 5 de enero en el barrio 10 de Agosto de Caranqui
Ibarra( LP) El 5 de enero de 2025, en Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, un hombre de 47 años, que se preparaba para ir a su trabajo en una institución pública de su natal ciudad,fue brutalmente atacado por más de seis personas en el sector de la 10 de agosto,en Caranqui.
Carlos Fernando Navas Cadena se alistaba para su turno de trabajo aquel domingo. Sin embargo, los gritos desgarradores de Rosy, la mujer con quien compartió su vida por más de diez años y con quien tuvo un pequeño hijo, lo alertaron de un terrible suceso. Ella estaba siendo brutalmente agredida por
un grupo de hombres y mujeres. Su único “error” fue haber salido a comprar en una tienda cercana a su hogar.
Al escuchar los gritos, Carlos Fernando salió desesperado solo para comprobar que su esposa estaba siendo atacada. Su instinto protector afloró, y corrió en su defensa. Sin embargo, el grupo,compuesto por más de seis personas, lo atacó con saña, golpeándolo hasta provocarle un trauma craneoencefálico
severo y una hemorragia cerebral de tal magnitud que, en el mismo lugar,comenzó a convulsionar.
Fue arrastrado y golpeado hasta quedar inconsciente.La ambulancia del Cuerpo de Bomberos
acudió al sitio y lo trasladó al Hospital San Vicente de Paúl. Se activó la Red Pública de Salud, ya que se requería un neurocirujano para evaluar su estado, un especialista que solo se encuentra en
hospitales de tercer nivel.
Diagnóstico.
Fueron horas de angustia y desesperación. En el Hospital Carlos Andrade Marín, un equipo médico de
alto nivel lo recibió y le brindó la atención que un ser humano merece. Sin embargo, el daño era irreversible. En la Unidad de Cuidados Intensivos, el tiempo pareció detenerse. Las oraciones
no cesaban.
Mientras la familia se desmoronaba, él luchaba por su vida, los agresores fueron
detenidos ese mismo domingo en un operativo de la Policía Nacional.Después de la brutal agresión,
continuaron la fiesta en sus casas:bebían, fumaban, bailaban y se mofaban de su “hazaña”, mientras una familia entera lloraba y se aferraba a la esperanza de un milagro.
Allanamiento.
En el allanamiento de sus domicilios se encontraron armas. La investigación policial reveló que esta familia, es acostumbrada a amedrentar a los habitantes del barrio donde residían. Los vecinos comentaban lo difícil que era convivir con ellos. La noche previa al homicidio de Carlos Fernando,
protagonizaron tres peleas.
Son personas que agreden, con saña y alevosía, los golpes, armas blancas y cualquier objeto son sus mejores aliados para amedrentar e intimidar a los ciudadanos. Amenazan, hostigan y se
burlan de la justicia. Todos tienen antecedentes penales. ¿Cómo es posible
que estuvieran libres? ¿Cómo es que delincuentes como ellos transitaban impunemente y terminaron
arrebatándole la vida a un hombre trabajador y honesto?
Muerte Cerebral.
El 8 de enero, después de múltiples estudios e intervenciones quirúrgicas, el diagnóstico fue concluyente: muerte cerebral, derrame cerebral, desviación de la cervical, varias contusiones y hemorragias internas. A Carlos Fernando Navas Cadena lo mataron a golpes.
A la familia solo le quedó despedirse de él. Su madre, esposa, tías, primos y demás familiares viajaron a Quito con el corazón roto. Sus hijas mayores estaban devastadas, y su pequeño hijo, Daniel, de apenas 7 años, preguntaba con tristeza:
“¿Puedo ver a mi papá?” Nos hablaba con alegría sobre la Navidad que pasó con sus padres y
hermanos, las dos mudadas de ropa que su papá le había comprado, los zapatos que tanto deseó y que ese día llevaba puestos.
¿Cómo explicarle que su papá nunca más volverá a casa? ¿Cómo decirle que jamás
volverá a tener una Navidad tan feliz como la de 2024? ¿Cómo explicarle que su héroe ya no está y que nada volverá a ser como antes?
La Despedida.
El viernes 10 de enero, Carlos Fernando Navas Cadena perdió la batalla. A pesar de los miles de oraciones, el milagro no llegó. Su tiempo en la Tierra se agotó después de 47 años de vida.
Fue el eslabón de su familia, el protector de sus hermanos y primos, el bastón de su madre, la fortaleza de sus sobrinos e hijos. Fue un hombre justo, honesto, amoroso, amable y siempre preocupado por los suyos.
El 12 de enero lo enterramos. No tienen idea de lo doloroso que ha sido todo este proceso. Perder a un ser querido a manos de delincuentes es algo para lo que nadie está preparado.
Justicia.
Como familia, no queremos que nadie más sufra lo que nosotros estamos sufriendo. Los seis criminales que hoy están detenidos deben ser sentenciados con la pena máxima. Son delincuentes que hacen daño a toda la sociedad,siembran el terror en nuestra ciudad y han tenido múltiples oportunidades de reivindicarse. El sistema les dio la posibilidad de cambiar, pero ellos eligieron seguir causando daño y
zozobra.
Por eso, hoy queremos alzar nuestra voz. Esta lucha no es solo nuestra, es de toda la sociedad. Todos nos beneficiamos si estos criminales permanecen en prisión.
Todas las familias ibarreñas se liberan de su violencia si ellos no vuelven a las calles.
Pedimos que nos apoyen y exijan #JusticiaParaCarlos. Que a través de su caso se haga justicia por todas las víctimas que han sufrido a manos de esta familia.
Hoy, más que nunca, exigimos justicia, porque los buenos somos más, no permitamos que estos criminales sigan en las calles.
No queremos que Carlos Fernando Navas Cadena sea una estadística más.Queremos que se haga justicia y que ninguno de los involucrados salga de la cárcel, clamaron los familiares de Carlos Navas