La Confederación de la Nacionalidad del Pueblo Kichwa del Ecuador, Ecuarunari, presidida por Carlos Sucuzhañay convocó a un paro nacional en contra del fraude electoral promovido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), acogiéndose al Art. 98 de la Constitución del Ecuador que garantiza el derecho a la resistencia.
El dirigente indígena reivindicó el Art. 98 de la Constitución de dice que: “Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales o jurídicas no estatales que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales, y demandar el reconocimiento de nuevos derechos”.
La decisión de paralizar a nivel nacional obedece, explicó Sucuzhañay, a la suspensión de la reunión del Pleno del CNE previsto para las 17h00 de este viernes 26 de febrero, en que tenía que emitirse el informe técnico-jurídico; aceptando o rechazando la inconsistencia de las más de 20 mil actas entregadas por el candidato presidencial Yaku Pérez y el Movimiento Pachakutik, con la intensión de comprobar el fraude electoral.
El asambleísta nacional electo, Salvador Quishpe dijo que el problema consiste en que se pretende desalentar la inconformidad popular, desalojar violentamente a los vigilantes de este proceso en el CNE y a sus espaldas y en avanzadas horas de la noche emitir el informe desfavorable sobre las 20 mil actas con inconsistencias, informe cuyo plazo vence este jueves 26 de febrero a las 24 horas.
La vigilia se mantendrá y se llama a sumarse a los habitantes de Quito, pese a la represión policial y pese a que los vocales del CNE aprendieron a burlar la voluntad popular y entre gallos y medianoche emitir sus fallos en contra del pueblo con lo que se confirmaría el fraude electoral. Quishpe pidió al Tribunal Contencioso Electoral (TCE) ejecutar la destitución de los vocales del Consejo Nacional Electoral.
El candidato presidencial de Pachakutik, Yaku Pérez, dijo que con las acciones de los vocales del CNE, este organismo está cavando su propia tumba, porque el pueblo no está dispuesto a dejar que se produzca un nuevo fraude electoral en el Ecuador.