Dos de los dispensadores de agua que estaba colocado en la parte baja del Hospital del IESS de Ibarra no tenían el líquido para que sea útil a los usuarios en esta casa de salud.
Estos botellones públicos fueron instalados en el hospital para atender las necesidades de los propios empleados y de los visitantes a esa dependencia estatal, lo cual está bien, pero lo malo es que no tienen una gota de agua.