Por Marco Flammarion Meneses
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El atractivo inicial del comunismo fue el humanitarismo idealista, y también el del movimiento sindical en los países occidentales, hasta que ambos se convirtieron en refugio de políticos mezquinos. Para comprender bien esta dicotomía, es necesario considerar la diferencia entre políticos y estadistas, los primeros actúan a partir de sus propios intereses y gobiernan por la fuerza después de ganarse el cargo mediante la persuasión. Los estadistas representan el verdadero poder, gobiernan por inspiración, enseñan con el ejemplo y defienden principios evidentes en sí mismos. Los estadistas apelan a la nobleza que reside en todos los hombres, unificándolos a través del corazón y la inteligencia. Así lo demuestra una y otra vez la historia de la civilización.
Para los intelectuales nacidos en los estratos populares vivir en dictadura es más arriesgado y escabroso que el resto de gente, es vivir en medio de esa confusión de callejuelas de necesidades, de voces altisonantes de delincuentes disfrazados de políticos que no se cansan de oprimir a su pueblo. Nosotros impotentes, generosos, humildes y ricos de espíritu que estamos justo como la analogía de pozos al borde del camino sin impedir a nadie beber de nuestra agua, aunque no podamos defendernos cuando quisiéramos impedir que nos enturbien o nos expropien.
El pensamiento social de un grupo de cultores vanguardista al servicio de los más necesitados, pensando que el éxito de estos sectores desprotegidos, siempre depende de contar con un maestro (o al menos con unas enseñanzas) que dé instrucciones claras e inspire al muchacho activo, quien de otro modo podría desesperarse ante su incapacidad para alcanzar su objetivo sin ayuda.
Esta gran tarea humana tenía a cargo el Centro de Capacitación Artesanal “El Arcano”, institución social de la Ciudad de Ibarra; por su ejemplo y dedicación en favor de los más pobres de Imbabura, fue intervenido en la década ganada de los cuarenta ladrones del CORREATO, que incautó bienes a decenas de Organizaciones Sociales y que hasta ahora el actual Régimen de transición no puede solucionar nada por más buena intensión que tengan sus palabras, seguimos viviendo con cuanta tristeza, cuanta paciencia y cuantos anhelos perdidos de millares de ecuatorianos víctimas de la aberración de un movimiento político tenebroso como ALIANZA PAÍS y su REVOLUCIÓN CIUDADANA.