Fausto Giraldo
Cuando la primera autoridad de la ciudad hace una publicación de esta naturaleza, una persona con discapacidad física circulando por la ciclo vía en silla de ruedas, que de paso aun no se presentan los estudios de factibilidad, abre un gran debate sobre el manejo y gestión del tránsito en Ibarra y el conocimiento sobre inclusión y accesibilidad, la interrogante: ¿es correcto que una persona con discapacidad física en sus extremidades inferiores circule por la ciclo vía en silla de ruedas?.
Veamos la definición de silla de ruedas: “Una silla de ruedas es una ayuda técnica que consiste en una silla adaptada con al menos tres ruedas, aunque lo normal es que disponga de cuatro. Estas sillas están diseñadas para permitir el desplazamiento de aquellas personas con problemas de locomoción o movilidad reducida, debido a una lesión o enfermedad física”.
Una ciclo vía, según el reglamento de tránsito, es de exclusiva circulación de bicicletas.
A mi juicio una persona con discapacidad física en sus extremidades inferiores es UN PEATÓN que hace uso de un equipo de apoyo para permitir su desplazamiento de un lugar a otro, por ningún lado una silla de ruedas constituye un vehículo o un medio catalogado como transporte, al menos así no lo contemplan los documentos, reglamentos o normas nacionales e internacionales.
Cabe señalar que en lo deportivo se realizan adaptaciones a las sillas de ruedas para posibilitar la inclusión en competencias a personas con discapacidad.
Alentar a través de las redes sociales a las personas con discapacidad que utilizan sillas de ruedas para que transiten por las ciclovías no considero que sea una actitud incluyente, al contrario creo que es “atentatorio y perverso”. Una política publica de accesibilidad es construir aceras con ranflas de acceso en toda la ciudad, ranflas de acceso a todos los edificios de servicios y comercios públicos y privados, crear sistemas de transporte público, tanto paradas o estaciones como vehículos, para personas con discapacidad, crear y respetar los espacios públicos para personas con discapacidad, impulsar una cultura de educación vial y respeto a la convivencia y espacios de las personas con discapacidad.
Hacer un post en el que evidencia el alto grado de peligro que corre el amigo peatón con discapacidad física al circular por la ciclovía y asumir una “irresponsabilidad” cuando la lógica es proteger y cuidar su seguridad, integridad y vida, no me parece lo correcto.
Si es que me equivoco corregidme, caso contrario juzguemos con sapiencia los actos de la autoridad pública.