Hipertensión arterial, diabetes mellitus y obesidad son tres de las condiciones más comunes y al mismo tiempo más peligrosas que enfrentan millones de personas en Ecuador y en el mundo. La mayoría de pacientes con estas patologías cuenta con tratamientos eficaces, sin embargo, el verdadero desafío se encuentra en el seguimiento: más del 50% de los pacientes abandonan o no siguen adecuadamente su tratamiento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este problema, conocido como falta de adherencia al tratamiento, no solo reduce su efectividad su efectividad, sino que incrementa significativamente el riesgo de complicaciones graves como infarto agudo de miocardio, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal e incluso la muerte. Se estima que alrededor del 20% de las hospitalizaciones en personas con enfermedades crónicas podrían evitarse con un seguimiento adecuado e integral.
“La constancia diaria en el control de la enfermedad es igual de importante que el fármaco. Seguir el tratamiento no es una decisión puntual, es un compromiso a largo plazo con el propio bienestar”, enfatiza la Dra. María Mercedes Ganán Aillón, Directora de Inteligencia Clínica de Ecuasanitas.
¿Por qué cuesta tanto seguir un tratamiento?
A pesar de contar con diagnóstico y con una prescripción médica adecuada, muchos pacientes enfrentan barreras comunes que les impiden cumplir con su tratamiento. La especialista de Ecuasanitas detalla cuáles son las causas más frecuentes:
- Olvido en la toma de la medicación.
- Falta de seguimiento médico constante.
- Acceso limitado a chequeos y exámenes de laboratorio para control.
- Falta de motivación, carga emocional o negación del diagnóstico.
- Ausencia de síntomas evidentes en las primeras etapas.
- Falta de información sobre complicaciones.
Un estudio sueco publicado en BMJ Open (British Medical Journal) encontró que los pacientes con diabetes tipo 2 que no mantienen al menos un 80 % de seguimiento al tratamiento tienen entre un 19 % y un 136 % más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Además, investigaciones indican que el 37 % interrumpe su terapia por olvido y un 24 % por falta de acompañamiento médico adecuado.
Tecnología: una aliada para el autocuidado diario
Conscientes de estas dificultades, cada vez más sistemas de bienestar han integrado herramientas digitales para facilitar el seguimiento terapéutico. La OMS reconoce que las tecnologías móviles tienen un rol trascendental en la mejora del seguimiento a tratamientos en contextos con acceso limitado a consulta presencial.
Una de estas soluciones es ElibWell, una aplicación móvil desarrollada para identificar el riesgo cardiovascular y acompañar en tiempo real a sus afiliados en el control diario de sus condiciones crónicas. Esta herramienta permite:
- Recibir recordatorios automáticos para la toma de medicación.
- Registrar los resultados de mediciones de glucosa y presión arterial.
- Llevar un registro de la ingesta nutricional y actividad física.
- Evaluar el estado emocional.
- Registrar un familiar o cuidador como contacto, quien recibe notificaciones sobre el estado del paciente.
“ElibWell no reemplaza al médico, pero sí potencia el impacto del tratamiento. Es una herramienta de acompañamiento continuo que ayuda a que el paciente no se desconecte de su proceso de bienestar”, señala la Dra. Ganán.
La tecnología se basa en investigaciones pioneras realizadas en la Universidad de Chicago y la Universidad de Oxford. Ecuasanitas desarrolló esta tecnología en colaboración con GenMedicus Health fundada por ex-profesionales de la Universidad de Chicago.
La app se encuentra disponible para descarga en Apple Store y en Android.
Más allá del impacto clínico, el abandono del tratamiento tiene un costo silencioso pero real. De acuerdo con un informe de Health Affairs, la falta de seguimiento al tratamiento genera más de USD 290 mil millones en gastos médicos innecesarios al año solo en Estados Unidos. Aunque no existen estimaciones oficiales para Ecuador, el impacto económico y social es también significativo, tanto en el sistema público como en el sector privado.
Además, se ha identificado que el seguimiento mejora drásticamente cuando el paciente comprende su enfermedad, tiene metas personales claras y se siente acompañado, tanto por su médico como por herramientas tecnológicas que faciliten su seguimiento.
Los modelos de atención centrados en la prevención promueven la conciencia de que la inversión logra el bienestar integral de la población y la sostenibilidad de los sistemas médicos.
