“Mucha gente cree que los inventores, científicos, artistas biólogos, filósofos, poetas, son creadores, eso no es verdad, sus obras son el resultado de sus investigaciones, en el universo creado por Dios todo existe, por lo tanto mis trabajos son simples pinturas con diferentes materiales, con temas tomados de la naturaleza, copiados con sinceridad y maravillados de la creación dada por Dios”, afirmó en el 2017 Nelson López Obando, pintor y docente ibarreño, quien dejó de existir el pasado domingo 16 de mayo a la edad de 93 años
Su obra
La mayor parte de las obras del pintor se caracterizan por ser de índole religiosa clásica, inspiradas en el evangelio y en las tradiciones católicas.
Es destacable su gran apego al tema indigenista, con sus dibujos, ilustraciones y tarjetas contribuyó a rescatar y a conservar la simbología que manifiestan particularmente las culturas nativas imbabureñas.
En sus obras frecuentemente incluyó imágenes estilizadas del volcán Imbabura, de los lagos y de paisajes andinos.
Su trabajo es diverso y multifacético, a lo largo del tiempo, ha aplicado muchas técnicas y generado obras en una diversidad de formas de expresión plástica.
Nelson López nació en la parroquia La Esperanza, cantón Ibarra, el 10 de septiembre de 1928, cuarto hijo de don José López y de doña Jesús Obando
Comenzó sus estudios primarios en la escuela América. En su época escolar, fue discípulo de José María Troya, sobrino de Rafael Troya, el mismo que fue su tutor particular.
Fue también su maestro, el reconocido artista Nicolás Gómez.
Su trayectoria
Fue profesor de dibujo, decoración y expresión plástica en varios centros educativos de Otavalo desde 1955 hasta 1965, donde realizó diversos trabajos de pintura al óleo, acrílico, acuarela y murales para personas particulares
A partir de 1965 fue profesor en escuelas centrales de Ibarra, siempre en el campo artístico, pero su mayor aporte en la docencia fue sin duda el que realizó desde 1956 hasta 1990 en el colegio Daniel Reyes donde se desempeñó como profesor de muchas de las asignaturas de arte tanto teóricas como prácticas, llegó a ejercer el Vicerrectorado de esa institución.
En 1980 fue fundador de la Academia de Artes Plásticas “Rafael Troya” en Ibarra, la cual por falta de apoyo, se desintegró.
Nelson López fue el conceptualizador, junto a Edmundo Chamorro del slogan “Ibarra ciudad a la que siempre se vuelve” que fue plasmado en el letrero mural de bienvenida a la ciudad. Paz en su tumba

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