Desde su sitio oficial, Raphael viene de anunciar que la presentación mundial de su inminente álbum “Infinitos Bailes” (Universal) ha de tener lugar en el legendario escenario madrileño Joy Eslava, que desde comienzos de los años ochenta se convirtiera en la discoteca y escenario de moda de los eventos musicales más vanguardistas.
Es un muy coqueto teatro de cámara, con unos 1.000 asientos, equipado con lo más moderno en tecnología de audio y lumínica.
Un ámbito íntimo y más que ideal para escuchar las nuevas canciones de Raphael, que serán de estreno mundial.
Las entradas para este concierto único se ponen a la venta a partir de hoy, miércoles 26 de Octubre, advirtiéndose que, dadas las características del recinto, las localidades son muy limitadas.
Estarán disponibles on line a través del sitio web de Ticketea y su precio será de 80 Euros, con derecho a cócteles y cena.
Algo de historia
Erigido en 1871 por el empresario Bonifacio Eslava, sobrino del músico Hilarión Eslava, el edificio original se componía de un pequeño salón, que con capacidad para un millar de espectadores y bajo el nombre de Salón Eslava, llegó a ser muy popular como plataforma de las diversas facetas del teatro popular, estrenando autores de la talla de Federico García Lorca (El Maleficio de la Mariposa) y Ramón del Valle Inclán.
Pasaron tantas y tantas vedettes por su escenario que se hizo popular la expresión aquello de “las chicas del Eslava”.
Adquirido el local a Luis Escobar, el marqués de las Marismas, en 1979, por parte del empresario Pedro Trapote, cuñado de Felipe González, la discoteca se inauguró la noche del 24 de febrero de 1981, el día siguiente al Golpe de Estado perpetrado en el Congreso de los Diputados.
Trapote hizo una cara inversión en el viejo Teatro Eslava, al que reforzó estructuralmente con 280.000 kilos de hierro de, los cimientos a la cubierta, «para que la gente pudiera saltar y bailar todo lo que quisiera», además de redecorarle por completo y equiparlo con sistemas de audio y lumínicos de primer nivel, teniendo como modelo el célebre Studio 54 neoyorquino.
Pronto se convertiría en uno de los lugares de ocio de referencia obligada en Madrid. Durante la década de 1980 fue lugar de concentración de la llamada “movida madrileña”, que significó una renovación extraordinaria de la escena musical hispana.
La fiesta interminable
Joy Eslava, recientemente rebautizada como Joy Madrid, ha seguido albergando conciertos, fiestas y eventos sociales diversos, en sus dos mil metros cuadrados, repartidos en cuatro niveles.
Abierto los 365 días del año, por su pista de baile han pasado y pasan miles de personas semanalmente; desde visitantes puntuales de la ciudad hasta archiconocidos de la prensa del corazón -Roger Moore, Pelé, Almodóvar, Maradona, Gina Lollobrigida, Julio Iglesias, Ives Montand, Leopoldo Tierno Galván, Camilo José Cela, Lola Flores- que viajan para participar en sus fiestas más exclusivas.
Fueron las fiestas más finas y también las más salvajes. Las mejores noches y los peores amaneceres. Por aquí pasaron reyes y mendigos, príncipes y ladrones, presidentes, delanteros y premios Nobel. La fauna y flora de una Madrid festiva, sin claudicaciones.
Allí se ha hecho el amor y se ha matado también. Son más de 12.000 noches de fiesta las que está cumpliendo el Joy Eslava desde el pasado 24 de febrero, envueltos en un dulce ensueño de neón, Martini y disco-funk.
Notable escenario
Con su equipación de directo independiente del sonido de sala, este mítico y más que centenario escenario madrileño es lugar privilegiado para la celebración de conciertos y grabación de los mismos desde 1981, con un promedio de cien conciertos montados al año, entre artistas españoles y extranjeros.
Sobre su escenario han actuado más de un millar de artistas de primera línea en lo musical: desde Depeche Mode y Michael Jackson hasta Stevie Wonder y Julio Iglesias, pasando por toda la vanguardia del pop y el rock español.
Dicen que por la Joy ya han pasado más de 18 millones de personas en los últimos 35 años. En realidad, la expresión correcta sería más de 18 millones de visitantes, pues hay quienes son asiduos y han visitado muchísimas veces la célebre discoteca de la calle Arenal.
Celebrando pues estos 35 años de su eclosión como centro de la movida musical, hoy esta legendaria sala se engalana para recibir por primera vez sobre sus tablas a Raphael, quien habrá de estrenar allí -dentro del ciclo “Escenario Eslava”- el repertorio de su flamante álbum, “Infinitos Bailes”, a ser lanzado mundialmente precisamente el día de su actuación en ese escenario, el próximo martes 22 de Noviembre, entre las 20 y las 23 horas.