La presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, argumentó en el Pleno, que se ha podido identificar en la práctica cotidiana del ejercicio de la administración de esta función del Estado ciertas falencias, debilidades y vacíos
Precisamente las reformas a la Ley Orgánica de la Función Legislativa apuntan a solventar, con una legislación eficiente y transparente, estos vacíos en varios ámbitos, explicó.
Los asambleístas al ser elegidos por los ciudadanos, dijo, “tenemos una responsabilidad superior al ser sus representantes, lo que quiere decir que el 80% del tiempo de los parlamentarios tiene que estar dedicado a sus tareas de legislación y fiscalización”, por lo que la norma plantea que se sancione, de manera progresiva e incluso con la destitución, a legisladores que acumulen hasta un 40% de faltas injustificadas a sus labores, tanto a comisiones como a las sesiones del Pleno.
Otro aspecto relativo a las reformas, expresó Gabriela Rivadeneira, se deriva del caso de una asambleísta que fue privada de su libertad (Esperanza Galván), como medida cautelar frente a un proceso judicial. En este tema, dijo, se hizo evidente un vacío en la ley, por lo que en las reformas se plantea un procedimiento que permita a la Asamblea Nacional principalizar al legislador alterno de manera inmediata, ante un caso extraordinario como el de Galván.