En abril pasado, mientras el Municipio de Cuenca tenía planificado condecorar al sacerdote César Cordero, Jorge Palacios sintió la necesidad de reactivar su caso. Según relató, cuando tenía 7 años de edad, el sacerdote empezó a abusar sexualmente de él. Su hermano también fue una víctima, él no lo soportó y hace 30 años se quitó la vida.
Hace 10 años decidió romper el silencio, pero al encontrar todas las puertas cerradas, prefirió callar hasta que los medios de comunicación, en abril pasado, se hicieron eco de su caso y a raíz de eso, empezaron a hablar más víctimas de Cordero.
Para Lourdes Cuesta, proponente de la resolución que anula la condecoración al sacerdote, quien lleve la máxima presea que entrega la Asamblea Nacional debe hacerlo con dignidad y honrarla hasta el último momento de su vida. Al sacerdote ya se le retiraron las condecoraciones Huayna Capac y Hermano Miguel, además, varias instituciones educativas cambiaron sus nombres y se retiraron monumentos colocados con anterioridad.
En honor de las víctimas
Dentro de la resolución también consta la decisión de designar un lugar para colocar una placa en honor a las víctimas infantiles de abuso sexual en Ecuador. También se habló del caso de Marcelo Alvarado, quien falleció hace un mes mientras atendía una entrevista en la que relataba su caso. Él fue abusado cuando tenía siete años de edad y murió a los 64 . “Lamentablemente, el tiempo de la justicia y el tiempo de Marcelo Alvarado no fueron los mismos. Él no podrá ver en vida que se haga justicia”, dijo el legislador Juan Cristóbal Lloret. Al final, la Asamblea le rindió un minuto de silencio.

Categorías: Sin categoría