(CNN) — Después de completar su primer año de observaciones en el cielo del sur, el Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito de la NASA ha descubierto algunos nuevos exoplanetas intrigantes a solo 31 años luz de distancia de la Tierra.
Múltiples exoplanetas —planetas que orbitan estrellas fuera de nuestro sistema solar— fueron descubiertos orbitando una estrella enana M, llamada GJ 357 en la constelación de Hydra. La estrella es 40% más fría que nuestro sol y tiene solo alrededor de un tercio de la masa y el tamaño del Sol. Esta semana se publicó un estudio que describe los tres planetas en la revistaAstronomy & Astrophysics.
El primer exoplaneta descubierto alrededor de la estrella fue GJ 357 b.
El exoplaneta es 22% más grande y 80% más masivo que la Tierra, es decir, es una supertierra. Está 11 veces más cerca de su estrella que Mercurio de nuestro sol y los investigadores estiman que tiene una temperatura promedio de 254,4 grados centígrados. Esto no tiene en cuenta los posibles efectos de calentamiento de una atmósfera si la tiene. Completa una órbita alrededor de la estrella cada 3,9 días.
“Describimos GJ 357 b como una ‘Tierra caliente’”, dijo Enric Pallé, coautor del estudio y astrofísico del Instituto de Astrofísica de las Islas Canarias. “Aunque no puede albergar vida, es notable como el tercer exoplaneta en tránsito más cercano conocido hasta la fecha y uno de los mejores planetas rocosos que tenemos para medir la composición de cualquier atmósfera que pueda tener”.
Los investigadores también descubrieron más señales de exoplanetas en el sistema.
GJ 357 d, una supertierra que es 6,1 veces la masa de la Tierra, es la más intrigante porque orbita la estrella a una distancia donde la temperatura podría ser la adecuada para soportar agua líquida en la superficie.
“GJ 357 d se encuentra dentro del borde exterior de la zona habitable de su estrella, donde recibe aproximadamente la misma cantidad de energía estelar de su estrella que Marte del Sol”, dijo Diana Kossakowski, coautora del estudio en el Max Instituto Planck de Astronomía. “Si el planeta tiene una atmósfera densa, lo que requerirá futuros estudios para determinarlo, podría atrapar suficiente calor para calentar el planeta y permitir el agua líquida en su superficie”.

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