En la historia reciente del país, es la primera vez que periodistas ecuatorianos son secuestrados y asesinados por fuerzas irregulares de otro país, en un hecho lamentable que enluta al periodismo nacional, pero no es la primera vez que se produce un hecho de esta naturaleza.
El ibarreño, Marcelo Muñoz Loza se encuentra secuestrado desde junio del 2013 por grupos subversivos no identificados, hasta el momento no se conoce de su paradero. Otros secuestros se produjeron en el país en la década de los ochentas
En diciembre de 1981 fue secuestrado en Guayaquil el industrial Ernesto Jouvín Vernaza, exigiendo dinero por su rescate. El propoio presidente de la República, León Febres Cordero, fue secuestrado en 1987 por comandos de la Fuerza Aérea, quienes negociaron la libertad de los secuestrados a cambio de la liberación del General Frank Vargas Pazzos; en Quito secuestraron y decapitaron al empresario José Antonio Briz López; así como al señor Juan Isaías Barquet, pariente del señor Nahim Isaías, quien también posteriormente fue secuestrado por AVC; así como al general César Rhon Sandoval.
Secuestro y muerte de Nahim Isaías
En el Ecuador de los años ochenta irrumpía con fuerza el grupo Alfaro Vive Carajo, quienes secuestraron en el mes de agosto de 1985 al banquero, diplomático y filántropo guayaquileño
Nahim Isaías Barquet, quien murió el 2 de septiembre de ese año.
Van a ser 33 años de la ejecución del entonces gerente general de Filanbanco, quien murió durante la intervención de la Unidad Antiterrorista de la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército Ecuatoriano, acción realizada por orden directa del entonces presidente León Febres-Cordero.
Según una reseña de Ecuavisa, todo comenzó a las 22H30 del 7 de agosto de ese año, cuando llegaba a su casa
campestre en la urbanización Las Alturas, ubicada en km 8,5 vía a
Daule.
De acuerdo con las investigaciones, los ocupantes de un vehículo detuvieron a la víctima a poca
distancia de su casa, mientras otro auto había seguido al
Volvo en que iba Isaías Barquet, quien había salido de su
domicilio central, en el malecón, Simón Bolívar, siendo
obligado a dejar su auto y embarcarse en el de los
secuestradores, que partió de inmediato con rumbo desconocido. La Policía inició las investigaciones y, finalmente, descubrió que mantenían cautivo a su rehén en una casa de La Chala.
El suceso se registró durante la presidencia de León Febres-Cordero (+), quien ordenó la incursión armada en vista
que los secuestradores habían dado un ultimátum hasta la mañana del 2 de
septiembre para asesinar al banquero, si no les
entregaban un millón de dólares, un avión para trasladarse a
Quito y asilarse en la embajada de Nicaragua y la libertad de todos los terroristas detenidos.
El Gobierno consideró inaceptables estas exigencias, porque
sentarían funestos precedentes que alterarían la paz
nacional, y optó por la incursión ante la inminencia del ajusticiamiento del banquero. El drama duró 26 días. Isaías Barquet fue rescatado y llevado a la Clínica Guayaquil, donde se confirmó su deceso.
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