Imbabura está de luto, ha muerto en Ibarra un referente de la cultura afro, mama Zoila Espinosa, ‘La Reina de la Bomba’.
El prefecto de Imbabura, Pablo Jurado, expresó un abrazo solidario para su familia, paz en la tumba de la dueña eterna de mi amistad y respeto por su carisma y don de gente.
Siempre alegre y dispuesta a ayudar a los demás, su recuerdo quedará grabado en lo más profundo de mi corazón y en las entrañas de esta Imbabura que jamás la olvidará, señaló.
Zoila Espinosa es la guardiana de la danza afrochoteña imbabureña
Zoila Custodia Espinoza, es y continúa siendo, una inspiración para las nuevas generaciones es reconocida en el Valle del Chota como una artista popular que mantiene viva la cultura de su pueblo.
Gracias al esfuerzo y perseverancia; ha conquistado, no solo el corazón de sus espectadores, sino además, un lugar destacado en su cultura.
Fue hija de una agricultora. Hermana de Aída Espinoza, una mujer líder afrochoteña. Y es abuela de Geovanny la “Sombra” Espinoza, ex jugador de la selección ecuatoriana.
A Zoilita desde niña le gustó bailar. Se escondía debajo la cama para ver como bailaban las personas adultas, para luego ella practicar. Soñó ser costurera y cuando más cerca estaba de lograrlo, su vida cambió. A los 19 años se casó y desde entonces procreó a 11 hijos con su esposo, quien pocos años más tarde la abandonó a su suerte y terminó divorciada.
“A mí me gusta decir la verdad, saqué adelante a mis guaguas lavando ropita ajena. Fui a Ibarra para darles la primaria. Mi mamá, que me ayudaba, se murió…”.
A pesar de que ocupaba todo su esfuerzo en educar a sus hijos, encabezó muchas marchas por el respeto del pueblo afroecuatoriano y los derechos de la mujer: “Iba adelante y gritaba cosas que salían de mi cabeza: Abajo la violencia/Arriba la paz/ Que los maridos no nos peguen más/ En vez de pegarnos que nos lleven a bailar/”.
Para María Pabón Delgado, integrante del Grupo Las tres Marías, Zoilita como todos la conocen siempre fue una mujer emprendedora, olvidada de sí misma para ayudar a los demás.
Al cumplir 40 años, cuando sus hijos e hijas ya habían crecido, regresó una pasión de antaño. Su hermana Aída, que sufría de discapacidad en sus piernas, bailaba con una botella en la cabeza. Zoila se dijo a sí misma: “si ella puede, yo también”, y aprendió observando.
De a poco fue invitada a diversos pregones a nivel local, regional, nacional e internacional.
Una investigadora de danzas tradicionales descubrió su talento. Promocionó su llegada a Quito y tuvo como escenarios la Casa de la Cultura y el Teatro Sucre. Ganó premios y solo fue superada por un hombre, que bailaba tan bien como ella, Teodoro Méndez, hoy su pareja de baile. Con él fueron hasta Bogotá, Colombia, en 2005, y lograron un primer lugar. Y fueron nombrados “Maestros de Baile”.
Ha viajado a Cuba y Miami a dictar talleres sobre medicina natural, enviada por la Universidad Simón Bolívar de Quito.
Ha recibido otras condecoraciones la del ex alcalde de Ibarra, Jorge Martínez, como la mujer portadora de los saberes tradicionales de su tierra. Cuando Zoilita recibe algún premio o homenaje, lo dedica a sus hijos, se siente orgullo de representar a su pueblo que la vio crecer, indica Martha Chalá.
En sus presentaciones, ella fusiona escenas picarescas con la copla popular. Divirtió y hasta unió parejas con sus palabras: “Cuando pasé por tu patio me jalaste un limón/ el zumito me fue al ojo / la pepita al corazón”.
Entre cientos de presentaciones recuerda dos episodios que conserva con frescor en su corazón. El encuentro con el presidente de la república Rafael Correa, con quien bailó y a quien admira. El otro, fue el viaje en avión a la ciudad de Bogotá, primera vez que subía en avión.Fue presidenta de las mujeres de la tercera edad del Valle del Chota y gestionó un lugar para este grupo. En esta década sufrió graves problemas del corazón.
Le costó bailar y hasta caminar. Pero hoy dice: “Mi corazón está bien, con fuerza y feliz”. El legado que ella quiere transmitir a las nuevas generaciones es: “No sean egoístas, compartan los conocimientos sin temor”.En el futuro la guardiana de la danza afrochoteña, aspira continuar transmitiendo la riqueza cultural que posee a través del baile de la bomba a las nuevas generaciones. (El Polirrítmico)