Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos las mujeres conforman el 42% de la Población Económicamente Activa (PEA); así, el número de mujeres empleadas en Ecuador es de 3’213.249; sin embargo, las diferencias de género en algunas situaciones laborales no han desaparecido. Por ejemplo, la brecha salarial, en 2017, fue del 25%; es decir, en promedio, una mujer en el Ecuador gana un cuarto menos de sueldo en relación a un hombre. A pesar de que un gran número de mujeres están dentro de la PEA, solo el 37,1% de ellas ocupan puestos directivos.
En UNACEM Ecuador, se busca romper la brecha de género y tener a mujeres capacitadas para ocupar estos cargos. Destacamos a continuación el aporte de valiosas mujeres como, Silvana Báez, Mireya Martínez y Andrea Calderón, quienes forman parte de importantes proyectos dentro de la empresa.
Gestión ambiental con visión femenina
Unacem Ecuador es líder en gestión ambiental, detrás de este título hay todo un equipo de profesionales comprometidos con su empresa para cuidar del ambiente y su entorno. Uno de ellos es Silvana Báez, Coordinadora de Ambiente Operativo, quien es responsable de los procesos para cumplir con estándares nacionales e internacionales. “Nuestro rol principal es que el sistema ambiental cumpla con la normativa legal vigente e innovar con proyectos de producción más limpia”, destacó Silvana.
Inició su vida profesional a los 21 años, como pasante del área de Ambiente. La empresa le brindó la oportunidad de crecer hasta convertirse en la coordinadora de esta área. “Al inicio no fue fácil. Sin embargo, he demostrado que una mujer puede ser capaz de trabajar en el sector industrial y eso me llena de orgullo”, puntualizó.
El trabajo de Silvana consiste en coordinar diversas acciones para dar cumplimiento a los planes de manejo ambiental de las operaciones de la empresa y así mantener los diferentes tipos de licencias ambientales. En la práctica está a cargo de la gestión de residuos peligrosos y no peligrosos, los monitoreos ambientales de: agua, suelo, aire, ruido, vibraciones, entre otras acciones.
“El trabajo en equipo ha sido determinante para conseguir los objetivos ambientales necesarios y de esta manera lograr que Unacem Ecuador sea reconocida como una empresa amigable con el ambiente”, finalizó Silvana.
Asesoría con los 5 sentidos
Para la construcción de grandes obras, varios son los factores determinantes, dos de ellos, la calidad de los materiales y su aplicación bajo parámetros técnicos. Mireya Martínez, Ingeniera Civil experta en estructura y Jefe de Asistencia Técnica de Unacem Ecuador, es quien asesora a los usuarios finales en el uso de cemento para el desarrollo de hormigones; así ellos pueden garantizar obras de calidad que perduren en el tiempo.
Asesorías e investigaciones para obras emblemáticas como el Metro de Quito o el Puente sobre el río Chiche (Ruta Viva, Quito) son trabajos que engrandecen el historial de Mireya, una mujer que imparte sus conocimientos con distribuidores, universitarios, arquitectos y maestros albañiles.
“Cuando me involucré en el mundo de la ingeniería civil quedé encantada. El tema de las grandes estructuras llegó a convertirse en mi gran pasión. Inicié la universidad con seis compañeras y culminé siendo la única mujer graduada. No conozco de otra colega que brinde asesoría en dosificaciones para que el hormigón alcance la resistencia adecuada”, destacó.
Mireya es además la promotora de la Escuela de Formación Selvalegre, una instancia de capacitación técnica para obreros de la construcción que cuenta con dos niveles de formación, de altísismo nivel, con 7 módulos de capacitación cada uno.
Transporte – un reto profesional
Andrea Calderón (40 años) es Ingeniera Comercial y se desempeña desde hace tres años como Coordinadora de Distribución y Despacho en el Departamento de Logística y Transporte de Unacem Ecuador.
“Tengo a cargo un equipo de seis personas y la relación diaria con más de 200 proveedores de transporte y 250 conductores contratistas. Soy responsable de las entregas de cemento a nivel nacional, para que lleguen de forma segura y a tiempo hasta los centros de distribución y venta de nuestros clientes. Es un cargo de mucho peso y sobre todo de mucho profesionalismo, no puedo permitir que nada salga mal”, comentó Andrea.
Andrea, mostrando todo su liderazgo se desempeña con gran facilidad y con bastante carácter para solventar cualquier inconveniente. “He aprendido que los limitantes están en la cabeza. He comprobado que todos podemos hacer de todo, luchemos por nuestros sueños y derribemos estereotipos”, concluyó.
Estas tres mujeres demuestran día a día que los límites no existen, que hombres y mujeres pueden realizar distintos oficios sin necesidad que el género sea un determinante.