La comisión encargada de atender los casos de personas desaparecidas recibió al Ministro de Defensa Nacional, Oswaldo Jarrín, con quien analizó las acciones desarrolladas ante la desaparición del soldado Wilson Ilaquiche, el pasado 12 de mayo, en el destacamento fronterizo del cantón Tobar Donoso, provincia del Carchi.
El Secretario de Estado informó que la búsqueda se realizó con todos los medios con que cuentan las Fuerzas Armadas. Las operaciones de búsqueda iniciaron el primer día que se reportó la desaparición, luego se hicieron patrullajes terrestres y aéreos por disposición del Comando Conjunto, relató.
Como Fuerzas Armadas se pusieron plazos para su búsqueda y se presentó la denuncia ante la Fiscalía para que investigue, a la Unase para que confirme o no la posibilidad de que haya sido secuestrado, añadió.
No obstante, advirtió que el cabo tuvo una orden de operación de seguridad de frontera en el destacamento y sabiendo que no podía salir de este sitio abandonó su puesto de mando en una operación militar con otros tres soldados, violando normas y protocolos de seguridad, engañaron a la guardia y puso en riesgo la vida de sus compañeros.
El cabo Ilaquiche tenía información táctica que podía beneficiar a grupos irregulares, por cuanto sabía dónde estaba la gente, los puntos de guardia y control, cantidad de armamento, ubicación geográfica y logística del emplazamiento y se vulnere la seguridad del país en Tobar Donoso, aseguró.
El comandante del destacamento inició la búsqueda con una patrulla por sectores aledaños, que permitió ubicar a tres soldados en un lugar de diversión a las 06h00, alcoholizados, pero Ilaquiche ya no estuvo, sostuvo Jarrín.
El cabo Ilaquiche con su irresponsabilidad traicionó la misión fundamental de su destacamento y de las Fuerzas Armadas; en el aspecto humano y militar se han cumplido todas las necesidades de ubicarle y sigue poniéndose en riesgo mientras no aparezca, porque manejó información y no se sabe donde se encuentra, dijo el ministro.