Hace 28 años en la ciudad de Ibarra se vivía un ambiente taurino ante la anunciada apertura de la Plaza de Toros “La Candelaria”, infraestructura que hoy está en abandono y en franco deterioro.
En efecto el alcalde de Ibarra de ese entonces, Marco Tafur el 13 de julio de 1993, suscribía un convenio con el ingeniero Jorge Cristóbal Subía y el doctor Marco Antonio Román Viteri para la terminación de la construcción de la primera etapa de la plaza de toros que comprendía: obras de drenaje del ruedo y su relleno, muros laterales para la conformación del callejón de salida de toros y toreros; patio de cuadrillas, corrales y chiqueros y el cerramiento occidental del terreno, que incluye el muro de ladrillo, construcción de dos baterías de servicios higiénicos, un local para boleterías y oficinas y tres accesos a la plaza.
El presupuesto de la primera etapa ascendía a la suma de 60 millones de sucres.
La segunda etapa comprendía la terminación definitiva de la Plaza, que definía las siguientes obras: sala de toreros, quirófano, capilla y servicios, graderíos complementarios y oficinas, rejas y puertas del cerramiento.
Organización de la Feria de inauguración
El convenio en mención establecía los siguientes puntos:
*La Feria se denominará “Nuestra Señora de La Merced y se desarrollará en los último días del mes de septiembre de 1993, con motivo de las fiestas aniversarias de la ciudad.
*La Feria comprenderá: un festival de gala para la inauguración y bendición de la Plaza, el cartel estará compuesto por 5 aficionados prácticos, cuadrillas completas de picadores y banderilleros y personal de Plaza y en el cartel deberá constar un aficionado práctico ibarreño, la fecha de este festejo será el 18 de Septiembre de 1993.
*Los días sábado 25, domingo 26 y lunes 27 de septiembre de 1993, se desarrollará la feria de inauguración.
*La municipalidad se compromete a no permitir la organización de festejos similares en el me de septiembre de 1993 en la ciudad y sus alrededores.
*Las utilidades que genere la organización de la Feria se entregarán al Patronato municipal con fines benéficos o sociales.