La zona de Intag, cantón Cotacachi, cambió su imagen en los últimos años. El mejoramiento de sus vías y el impulso de los proyectos productivos fue la clave para que esto ocurra. El desarrollo avanzó a pasos rápidos, gracias a la decisión que tuvieron los habitantes de aprovechar la ventaja que significó la intervención de la Prefectura de Imbabura en materia de inversiones, ejecución de trabajos y capacitación.
Para verificar el resultado de esta acción, el prefecto Pablo Jurado, durante tres días consecutivos, recorrió las comunidades de esta localidad imbabureña, rica en producción agrícola, clima tropical cálido, exuberante vegetación y atractivos paisajes. “Hemos venido para conversar con la gente, entregar obras y planificar nuevas tareas, dirigidas a consolidar el bienestar en esta tierra que tanto ofrece a Imbabura en materia de producción”.
En la parroquia Peñaherrera, el jueves 4 de octubre, Jurado inauguró el adoquinado del centro poblado cuya inversión alcanzó la cifra de 85.784 dólares. La labor realizada le da un aspecto renovado a esta parroquia, reflejando un evidente progreso. Así mismo, esta intervención trajo consigo motivación para los moradores, pues ahora pueden movilizarse sin dificultades, sus propiedades elevaron la plusvalía y ahora piensan aprovecharlo, poniendo en práctica emprendimientos de carácter productivo.
Este mismo día, el prefecto inauguró las cunetas en la vía de Cuaraví, el puente de Chinipamba y el muro de contención en Villaflora. Estas obras fueron construidas con el objetivo de impulsar la producción agrícola y mejorar las condiciones sociales y económicas de las familias, dotándoles de una vialidad óptima. En total, para que esto se haga realidad se destinó 207.961 dólares.
Otra parroquia que fue visitada por el titular del organismo provincial fue García Moreno. A más de haber constatado el efecto positivo que ha significado el mejoramiento de los caminos en el área económica, la autoridad inauguró el puente de Río Verde, cuyo costo fue de 54.000 dólares. La infraestructura sirve para unir a las comunidades de toda la zona y permite el ingreso a extensas propiedades en donde se cultiva una variedad de productos que abastecen los mercados de esta provincia y el norte de Pichincha.