Don Alfonso Espinosa de los Monteros, este lunes 1 de mayo se retira del noticiero “Televistazo” en el cual se mantuvo por 56 años en forma ininterrumpida, que incluso ha sido reconocido por récord Guinness.
En 1971 el reconocido hombre de televisión, sus primeros pasos lo dio en la radio, precisamente en radio Católica de Guayaquil y en CRI, Centro Radiofónico de Imbabura, propiedad del profesor Abelardo Morán Muñoz.
Pero Alfonso no solo hizo radio, televisión, también fue actor en una telenovela de los 60s con Toty Rodríguez y grabó un disco en 1971 que tuviera gran éxito en la ciudad de Guayaquil, se llamaba “Toma mi corazón”. En entrevista con Jaime Salazar, nos relata esa vivencia en la música.
¿Usted alcanzó llegar al número uno con un disco que grabó en 1971?
En principio me resistí a grabar ese disco, pero finalmente acepté, guiado por mi gusto escogí la canción de Engelbert Humprendick “Toma mi corazón” y el reverso se llamaba “Tuyo hasta mañana”.
“Toma mi corazón” estuvo varias semanas en primer lugar en las emisoras, incluso la canté en el programa de televisión de Bernard Fougers. Siempre canto en familia, con mis hermanos, con Gabriel, pero lo hacemos para pasar bien y nada más.
¿Alguna entrevista especial que recuerde?
Son tantas entrevistas que he realizado a políticos, a cantantes que es difícil, pero no olvido las que hice a Raphael, Julio Iglesias, Mona Bell, Roberto Ledesma, Enrique Guzmán , Los Iracundos, el Pollo Fuentes; la que más recuerdo es aquella que hice con Angélica María, ella estaba muy de moda por la telenovela “Muchacha italiana viene a casarse”. Recuerdo una entrevista que hice con Silvia Pinal quien vino al país para hacer la película “24 horas de placer” en la que participó Mauricio Garcés y Joaquín Cordero.
¿Cuándo se inclina por el mundo de la radio?
Creo que esto es una vocación natural que lo heredamos junto a Gabriel de nuestro padre que fue un pionero de la radio a través de “La Voz de Imbabura”; después trabajó en radio Equinoccial; luego se fue a la ciudad de Guayaquil, para esa época yo era estudiante del Colegio Teodoro Gómez de la Torre y ya sentía esa vocación.
En unas vacaciones, al haber terminado quinto curso del colegio, fui a Guayaquil y en radio Católica empecé formalmente mis actividades en la radio. Después regresé a Ibarra para acabar el bachillerato, no pude dejar el micrófono, entonces trabajé en CRI, Centro Radiofónico de Imbabura, ahí estuve dos años seguidos. Volví a Guayaquil, pasé por algunas emisoras, hasta que en 1967 vino la televisión hasta la presente fecha.
¿Ibarra ha crecido bastante en estos últimos años?
Como no, yo salí de Ibarra el 14 de noviembre de 1962 era un sábado en la tarde. De esa ciudad pequeña que yo viví a la de ahora, hay una diferencia bastante marcada; cuando vuelvo por Ibarra encuentro nuevos barrios, lugares muy bonitos y por supuesto esas zonas rurales que antes en mi infancia eran como lejanas, les veo ahora incorporadas a la ciudad.
También veo mucha gente nueva, mucha migración, los ibarreños de verdad son muy pocos frente a una fuerte migración que se ha dado en otros lugares del país, incluido de Colombia. Sin embargo, Ibarra sigue conservando ese encanto de una ciudad pequeña, provinciana que guarda un ambiente agradable, sencillo, donde la vida transcurre en forma pacífica, así quiero verla.