El comercio ilícito de productos de tabaco plantea graves problemas para la salud, la economía y la seguridad en todo el mundo. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que el 10% del mercado mundial de cigarrillos es ilícito, pero en algunos países esa cifra supera el 50%, ocasionándose una cuantiosa evasión de impuestos a los gobiernos. La OPS señaló que el bajo costo de los cigarrillos ilícitos facilita su adquisición, sobre todo para los más jóvenes y grupos vulnerables, quienes no encuentran obstáculo para consumirlos, minando así las políticas de salud encaminadas a la reducción del consumo de tabaco.
Para resolver esta problemática, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco. En el continente americano, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Uruguay ratificaron el Protocolo que entrará en vigor a partir del 25 de septiembre de 2018 dado que se alcanzaron más de los 40 Estados Parte requeridos. Esto representa un paso muy importante para la lucha contra el comercio ilícito de productos de tabaco a nivel mundial.
El artículo 8 de dicho Protocolo considera la implementación de un sistema de seguimiento y localización para tener un mayor control sobre la circulación legal de los productos de tabaco y así luchar de manera más efectiva contra el comercio ilícito y la evasión de impuestos que gravan el tabaco, lo cual redundará en beneficios fiscales (mayor recaudación tributaria) y en beneficio en salud (reducción de la oferta de productos de tabaco).
Adicionalmente, el Protocolo estipula que la obligación de implementar el sistema de control no será cumplida en colaboración con la industria tabacalera ni delegada a esta, garantizando así la independencia y efectividad de la medida.