La era de Dilma Rousseff ya es historia en Brasil. El ‘impeachment’ se concretó este miércoles con los votos de 61 senadores contra 20 (eran necesarios un mínimo de 54 votos) y decretó la «pena de muerte política» de la ya ex presidenta, reelegida en 2014, que ha calificado la destitución como un «golpe» antidemocrático.
Rousseff, sin embargo, no ha quedado inhabilitada para ocupar cargos públicos en el futuro.
En esta segunda votación, 42 senadores se inclinaron por inhabilitar a Rousseff, 36 votaron a favor de mantenerle los derechos y hubo 3 abstenciones, por lo que no se alcanzaron los dos tercios (54 votos) necesarios para aprobar la moción.